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iPhone 8 Plus, ¿la mejor cámara de fotos al aire libre?

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN

OCIO@

El móvil de la manzana consigue imágenes con muy buen rango dinámico, aunque flojea en condiciones de poca luz

01 dic 2017 . Actualizado a las 13:01 h.

El lanzamiento del iPhone X ha eclipsado los nuevos iPhone 8 y 8 Plus, que de hecho son la evolución lógica del móvil de la manzana (el X pertenecería a una serie completamente distinta, por concepto y tecnología). Su aspecto exterior puede hacer pensar que se trata de modelos muy similares a los presentados hace un año (7 y 7 Plus), pero lo cierto es que hay novedades y algunas notables.

Por fuera, la principal característica es la cubierta trasera de vidrio, que permite la carga inalámbrica del móvil en cualquier base compatible con el estándar Qi, que se encuentran cada vez en más hoteles, cafeterías, aeropuertos y coches. Belkin y Mophie han desarrollado dos nuevos cargadores con este sistema específicos para la serie 8 y nosotros lo hemos probado con una plataforma de la marca Xtorm sin experimentar ningún problema: una forma limpia y rápida de recuperar la autonomía de la batería. Apple tiene previsto lanzar en el 2018 la base AirPower, que permitirá cargar hasta tres dispositivos a la vez (por ejemplo, un iPhone, el Apple Watch y los auriculares AirPods).

La carcasa de cristal ultrarresistente también le da un aspecto más elegante al iPhone _el aluminio aeroespacial se deja para el borde del teléfono_ y en el caso del acabado oro (también lo hay gris espacial y plata) presenta un color crema-hueso muy diferente a cualquier otro smartphone del mercado; puede que no sea del gusto de todo el mundo, pero no cabe duda de que es distintivo.

Apple asegura que este vidrio, que también recubre la pantalla, es el más resistente usado nunca en un smartphone. Evidentemente no lo hemos puesto a prueba, pero el iPhone 8 se muestra muy sólido (es imposible doblarlo, ni siquiera haciendo fuerza) y con apariencia de estar hecho para durar mucho tiempo.

La pantalla con tecnología True Tone, que ajusta automáticamente el balance de blancos a la iluminación del entorno, se ve como siempre desde que Apple introdujo los paneles Retina: espectacular. Puede que la moda (y más después de incorporarla el iPhone X) sean las pantallas OLED, pero lo cierto es que este LCD de tipo IPS y con amplia gama cromática ofrece unos resultados muy precisos y naturales. La resolución (1.920 por 1.080 píxeles a 401 puntos por pulgada), el brillo (625 candelas por metro cuadrado) y el contraste (1.300:1) son idénticos a los del 7 Plus, así que en este aspecto nada ha cambiado.

También son prácticamente idénticas las cámaras traseras y frontal (la única diferencia es que la primera puede grabar ahora vídeo en 1080p a 240 cuadros por segundo, el doble que el año pasado). Y aquí es donde la pregunta que se hacen muchos usuarios _¿merece la pena pagar los 919 euros del iPhone 8 Plus frente a otros smartphones premium?_ puede encontrar su respuesta. Para ello hemos sometido al móvil a una batería de cientos de disparos en las más diversas condiciones: retrato, selfi, interiores, poca luz, contraluz, alto contraste, zoom, gran angular...

Empecemos por lo peor. En interiores (por ejemplo, en nuestra casa) el iPhone 8 Plus mide muy bien la luz, la compensa, pero sigue empastando un poco las imágenes. Se nota sobre todo en la textura de los negros. Y en cuanto metemos un poco de zoom, el ruido aparece, especialmente si lo hacemos en un lugar oscuro como puede ser un garaje. Es, junto a un enfoque algo lento en estas situaciones, la mayor crítica que se le puede hacer.

Todo cambia cuando salimos al aire libre. Ahí es donde el HDR del iPhone 8 Plus consigue unas imágenes con un rango dinámico muy superior a la competencia. En tomas de contraluz no quema el fondo de la escena y mantiene el color y las sombras. Y cuando hacemos un retrato, ya sea en modo normal o con desenfoque (bokeh) mantiene la misma luz y mide muy bien la profundidad de campo. Las tomas son muy reales, porque es capaz de desenfocar más o menos determinadas zonas de la escena en función de la distancia a la que están. Incluso la rama de un árbol puede aparecer más nítida la parte que está en primer plano y menos la que está más alejada, tal y como la estamos viendo con nuestros ojos.

En combinación con el chip A11 Bionic, el nuevo modo Retrato utiliza técnicas de detección facial y mapas de profundidad para capturar rostros con sombras artísticas y efectos de foco. Podemos elegir entre Luz Natural (el rostro de la persona enfocado sobre un rostro difuminado), Luz de Estudio (una imagen limpia con la cara de la persona iluminada), Luz de Contorno (sombras acentuadas con zonas más claras y más oscuras), Luz de escenario (toda la luz se centra en el rostro de una persona sobre un fondo oscuro) y Luz de Escenario Mono (igual que la anterior, pero con un toque clásico en blanco y negro). Lo increíble es que podemos controlar estos efectos a posteriori, aunque en contrapartida hay que decir que el iPhone no permite graduar la intensidad de un bokeh tras haber disparado, como sí hace por ejemplo el Huawei Mate 10.

Hay que decir que este análisis no se ha hecho visulizando únicamente las fotos en la pantalla del móvil, sino pasándolas a un ordenador y sometiéndolas a revisión al 100% de tamaño por un técnico especializado en tratamiento de imagen.

Otra característica interesante es que con el iPhone se puede disparar con el modo que añade unos instantes de vídeo y, tras al hacer la foto, elegir la instantánea que mejor ha quedado. Esto es muy útil para los selfis, lo hacen también algunos teléfonos rivales pero no son tan finos con el enfoque.

Vistos los resultados cabe cuestionarse si este iPhone 8 Plus puede sustituir no solo a las cámaras compactas (hace ya tiempo que perdieron la batalla frente a los móviles), sino incluso a las avanzadas y bridge (cámaras puente) que suponen el último peldaño antes de la fotografía réflex. En exteriores no queda duda de que el smartphone de Apple es el que mejor trabaja y puede considerarse una herramienta profesional para instagramers, bloggers e influencers.

Frente a una compacta avanzada hay una característica que no está a la altura y es el zoom óptico. Ni por aumentos, ni por calidad, ningún teléfono puede competir en este aspecto, algo lógico teniendo en cuenta el diminuto espacio disponible para las lentes. El iPhone 8 Plus no escapa a esta realidad, pero al menos no distorsiona y mantiene la limpieza de la imagen.

Tampoco en el precio puede considerarse una alternativa a una cámara tradicional, aunque no hay que olvidar que se trata de mucho más que una máquina para hacer fotografías, y con unas posiblidades de retoque in situ y una integración con las redes sociales inalcanzables para las cámaras de toda la vida.

Por lo demás, el nuevo procesador biónico ofrece un rendimiento un 75% superior al A10 Fusion y también es más eficiente. La GPU (unidad de proceso gráfico) también es un 30% más rápida, según los benchmarks oficiales de la compañía de la manzana, lo que redunda en una mayor fluidez en videojuegos y en apps de realidad aumentada. Si a esto le sumamos la mejora que ha supuesto iOS 11 (desde aquí recomendamos la actualización a los usuarios de iPhone 7 y 7 Plus, si no lo han hecho todavía, porque al contrario que otros updates no ralentiza el teléfono sino todo lo contrario), la lista de novedades hace de este 8 Plus un modelo a tener en cuenta.

Un aspecto negativo es el peso, que por primera vez en el móvil de la manzana supera los 200 gramos (202 para ser exactos), lo que nos hace añorar el iPhone SE y sus 119 gramos (aunque con una pantalla de 4 pulgadas, frente a las 5,5 del modelo que estamos analizando. Y el precio de la versión de 256 GB se va hasta los 1.089 euros, demasiado cerca del iPhone X. Si nos llega con 64 GB (una capacidad suficiente para un usuario normal, si utiliza también los servicios de almacenamiento en la nube), el precio de partida es más asumible y las novedades compensan sobradamente frente al modelo del año pasado, que se vende por 140 euros menos (pero solo tiene 32 GB). Por supuesto, estamos hablando del segmento de smartphones premium, que tiene su público y es tan válido como puede serlo el de los móviles low cost o el de los gama media.