Entre las personalidades que viajaron a China para ver el torneo estaba el presidente de Google, Eric Schmidt (también al frente de Alphabet, la firma que creó la multinacional para englobar todos sus negocios), y el «niño prodigio» Demis Hassabis, uno de los genios que está detrás de Alphabet. El evento supone un cierto regreso de Google a China después de una década de ausencia, a raíz de que en el 2010 la firma anunciara el cierre de su buscador en chino (Google.cn) al acusar al régimen comunista de espiar cuentas de correo electrónico de gmail a algunos de sus clientes, varios de ellos activistas y disidentes. En consecuencia, los buscadores de Google en otros idiomas pasaron a estar permanentemente bloqueados en el país con más internautas del mundo (700 millones en la actualidad).
La marcha de Google, que también sufre el bloqueo en China de Google Maps o de YouTube, benefició a sus rivales locales, como Baidu, que se mantiene como el buscador más popular de los chinos, o Tencent, otro gigante asiático del software.