Los finalistas del certamen fueron dos trabajos de Taiwan e Irlanda, respectivamente. El primero, bautizado como Green Fairy, es un sistema biodegradable que contiene microorganismos que consumen los nutrientes del agua contaminada que hacen florecer las algas nocivas. Estas se forman por los excrementos humanos, fertilizantes, pesticidas, detergentes y otros residuos que llegan a los ríos. La falta de oxígeno y luz solar producida por la excesiva cantidad de algas mata a los peces y a las plantas.
Por su parte, Express Dive solventa las complejidades del equipo de buceo tradicional reduciendo el número y tamaño de las piezas necesarias para respirar bajo el agua.