Está en Youtube. Minuto 6.50 de la conferencia de presentación del primer iPhone, el 9 de enero del 2007. Steve Jobs explica la forma de interactuar con la pantalla del nuevo teléfono móvil: «¿Quién quiere un stylus? Tienes que sacarlos, meterlos, los acabas perdiendo? ¡Nadie quiere un stylus!», exclama, y hace una mueca de asco. Ocho años después, Apple ha decidido que ya es hora de llevar la contraria a su fundador. La compañía de la manzana no es la primera en incorporar este periférico a un dispositivo móvil (era el sistema habitual de introducción de datos en las prehistóricas PDA, y en los últimos años tanto Samsung, en su Galaxy Note, como Microsoft, en la tableta Surface, lo han utilizado). Pero el Apple pencil podría generalizar el uso del lápiz digital, al igual que ocurrió antes con otras tecnologías que no explotaron hasta que la compañía de Cupertino se fijo en ellas: el mp3, la pantalla táctil, el sensor de huellas dactilares... La clave -y ahí reside la diferencia con otros fabricantes- está en la integración con el iPad y en el nivel de sensibilidad para detectar la dirección y la presión que ejerce el usuario.
Resulta curioso, sin embargo, que Apple rescate un elemento como el stylus cuando poco menos que certifica la muerte del mando a distancia tradicional con el nuevo Apple TV. Hablar a la televisión y que esta obedezca, como hacía Deckard en una escena de Blade Runner, me parece algo de ciencia ficción. Es una sensación que no experimentaba desde el 9 de enero del 2007.