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¿La falsa «tuitplomacia»?

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez MOITO CONTO

OCIO@

04 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Obama no sigue a Rajoy en Twitter pero tampoco muestra cortesía por muchos otros líderes. De hecho, el presidente de EE.UU. solo rastrea desde su cuenta lo que escriben menos de cinco mandatarios, un dato, llamativo, sobre el que pone la lupa el estudio Twiplomacy 2015, que examina el uso que hacen los gobernantes en la red social.

¿Inconcebible falta de tacto? ¿Relaciones menos protocolarias en la Red? Lo cierto es que es el patrón común entre muchos mandatarios, salvo para los de las pequeñas naciones que ansían notoriedad. El resto no lo necesita. Ni ven beneficio en mantener de forma pública una relación espontánea y de cortesía (para las oficiales hay otras vías) ni perjuicio en alejarse de la conversación global. El perfil de Rajoy sirve de ejemplo. De los más de 100 líderes a los que sigue, poco más de un tercio se interesan por el suyo. Entre ellos no está el venezolano Maduro, en una indiferencia que en Twitter no provoca guerras de hashtag ni resquemor.

Posiblemente, esta «incorrección» diplomática solo demuestre, en los dirigentes que entienden y manejan la red social, un uso normal y más horizontal. En los recién llegados, la cosa cambia. Solo buscan autopromoción. Tener ahora perfil es imprescindible pero ello no supone abrirse a la crítica o a la interacción, ni con homólogos ni con ciudadanos.