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Extrañas colas en los quioscos

OCIO@

16 ene 2015 . Actualizado a las 08:30 h.

Europa sigue perpleja y sobresaltada por la masacre en la redacción de Charlie Hebdo. Mientras los Gobiernos se conjuran para controlar más a los ciudadanos dentro y fuera de las redes sociales con la excusa de la seguridad, los supervivientes de la revista satírica han respondido al salvaje atentado. En una admirable demostración de fuerza y entereza consiguieron publicar un número extraordinario (por su difícil factura) que ya ha hecho historia y se ha convertido en una irreverente bandera contra el terror.

La publicación se ha convertido en un símbolo. Por primera vez en mucho tiempo, los ciudadanos occidentales volvieron a hacer colas ante los quioscos de prensa para hacerse con uno de los tres millones de ejemplares distribuidos. La ocasión lo merecía. Pero la imagen, cargada de simbolismo, sorprendió y causó extrañeza, tal vez nostalgia de otros tiempos, de cuando el mundo podía esperar por la información, cuando no imperaba Internet. La gente tendrá la oportunidad de conseguir el ya famoso «Todo está perdonado» de Charlie Hebdo en formato digital, pero la quería en papel. Para exhibirla orgullosa bajo el brazo, como hizo el primer ministro Valls; para guardarla y atesorarla como recuerdo de aquel nefasto miércoles 7 de enero de 2015.