Épico y espectacular, Dragon Age Inquisition supone la resurrección de una serie de fantasía medieval que triunfó con su primer juego, el monumental Origins, y que defraudó a muchos con su segunda parte, Dragon Age II. La tercera parte toma elementos de sus antecesores, pero se parece más al primero.
Hay que salvar al mundo. En un mundo amenazado por una plaga demoníaca, hace falta un héroe. Y ahí entra en escena el jugador. No estará solo, puede contar con la ayuda de un amigo o de un puñado de ayudantes controlados por la máquina. Como en otros juegos de Bioware, tienen una historia propia y una personalidad. Son capaces de entablar interesantes diálogos con el protagonista y de reaccionar ante sus decisiones.
Dragon Age Inquisition es un título de rol que se parece a los de la vieja escuela, pero que ofrece gráficos impactantes y paisajes espectaculares. Diseñado para adultos, ofrece ciertas dosis de contenido erótico y sexual. Por eso ha sido prohibido en India, un mercado muy puritano.