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Twitter te puede cambiar la vida

Blanca Hermida

OCIO@

Eran personajes anónimos que un buen día vieron como su vida cambiaba, en algunos casos de forma radical, tras convertirse en «trending topic» mundial

09 nov 2014 . Actualizado a las 10:55 h.

Ahora ya sí que no puedo volver a la facultad, porque no me van a dejar en paz, es que soy trending topic». Con estas palabras se despachaba el pequeño Nicolás poco después de que saliese a la luz la increíble historia en la que una España atónita descubría su estafa. Pero el y su amiga la Pechotes no son los únicos a los que la vida les ha cambiado de golpe. Otros muchos ciudadanos anónimos se despertaron un día siendo protagonistas de Twitter por razones mucho menos sombrías y vieron como su situación cambiaba radicalmente de la noche a la mañana.

El penúltimo de estos (en el tiempo que se imprime este periódico ya habrá, seguro, un último) es Alex Lee, un joven dependiente de 16 años que trabaja (o trabajaba) en una cadena norteamericana de supermercados. Alguien le sacó una foto sin que se diese cuenta y colgó su foto en la red social. Parece que su belleza provocó una catarata de admiración que elevó su número de seguidores hasta los 650.000 y le llevó, incluso, a participar como invitado en el programa de Ellen Degeneres. El chico, obviamente, confesó sentirse presionado con todo este asunto.

Igual de abrumada se sintió Kelly Oxford, una madre primeriza que comenzó a desahogarse en la red con pequeñas crónicas sobre su estresante vida cotidiana y se convirtió en poco tiempo en celebrity, blogger, escritora y autora de guiones para programas de televisión. Una historia parecida a la de Justin Halpern, que comenzó tuiteando las ocurrencias de su progenitor con una etiqueta que decía algo así como Las gilipolleces que dice mi padre. De esa idea nació un libro y también una serie de televisión, una historia que ha seguido aportándole beneficios con un segundo libro y otra serie más.

Pero no solo los autores de ideas susceptibles de convertirse en un libro le hacen la competencia en la web al concurso sobre los mejores culos de Brasil, hay otras muchas personas que también han tenido su pequeño momento de gloria «por la cara». Ese es el caso, por ejemplo, del preso Jeremy Meeks, el atractivo delincuente cuya historia dio la vuelta al mundo por una fotografía colgada en la red. Le ofrecieron incluso un contrato para la agencia Blaze Models por un total de 20.000 euros, un apetitoso futuro que solo podrá hacer realidad cuando salga de la cárcel, para lo que tendría que reunir una fianza de más de un millón de dólares. A Meeks, además, la ha salido recientemente un competidor. Se llama Sean Kory y su gran hazaña fue agredir en la noche de Halloween a un hombre que iba disfrazado de reportero de Fox News. Tras su detención su foto comenzó a ganar protagonismo en las redes y se generó un auténtico debate sobre si su belleza destronaba o no a su antecesor.

Hay otro tipo de personajes cuya fama es incluso más efímera, y totalmente casual. Son rostros que aparecen por azar detrás de algún famoso en las imágenes compartidas en Twitter. En la lista se incluyen casos como el hombre con bigote que estaba detrás de Mourinho y Tito Vilanova en el Camp Nou en el famoso episodio en el que el primero metió el dedo en el ojo al segundo. En una fotografía que Gerard Piqué compartió en Facebook por la celebración de su cumpleaños, y que sirvió de confirmación oficial de su relación con Shakira, uno de los amigos del futbolista se hizo famoso como «el de los cuadros»; mientras que algunos se acuerdan todavía de la guapa joven que aparecía detrás del hoy entrenador del Madrid. Ella pasará a la historia como «la de detrás de Simeone»,

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