El móvil de la compañía de la manzana ha aumentado notablemente su pantalla y se presenta en dos versiones de 4,7 y 5,5 pulgadas. Comodidad de manejo y transporte son decisivos
19 oct 2014 . Actualizado a las 13:23 h.Apple vendió más de 10 millones de ejemplares en todo el mundo del iPhone 6 y el iPhone 6 Plus durante su fin de semana de lanzamiento, un récord que no hará sino aumentar porque para finales de año se prevé que las nuevas versiones del móvil de la manzana estén disponibles en más de 115 países, lo que supone el despliegue más rápido de un iPhone hasta ahora.
La gran disyuntiva a la que se enfrentan los potenciales compradores del rey de los dispositivos móviles es si optan por el modelo estándar (iPhone 6) o por el grande (iPhone 6 Plus), un phablet en toda regla con el que Cupertino ha dado respuesta a quienes demandaban una pantalla de mayor tamaño. Con ambos, el salto desde el anterior iPhone 5s es notable y no digamos para aquellos que todavía tienen un iPhone 4s -el último que mantuvo la «proporción áurea» o perfecta para manejar con una sola mano, tal y como preconizaba Steve Jobs-.
A nivel de diseño no caben dudas: Apple sigue estando por delante de sus rivales, tanto por la utilización de materiales premium como por la calidad de acabado. Los nuevos iPhone tienen una estructura de aluminio anodizado de precisión que se integra con el vidrio curvado de la pantalla creando una superficie lisa y continua. El ajuste de los botones y la terminación general del móvil (conector de alimentación, jack de auriculares, orificios del altavoz...) son perfectos.
En esta ocasión se ha optado por redondear los bordes del móvil, lo cual le da un aire al iPhone original (lanzado en el 2007) pero muchísimo más delgado; de paso, se desmarcan de la competencia, que en los últimos años había apostado por formas más rectilíneas. La única pega es que el agarre se ha resentido: el iPhone 6 tiende a resbalar más que el iPhone 5s, en parte por su mayor tamaño, pero también debido a la curvatura lateral.
El iPhone 6 Plus es el tope de gama. Respecto a su hermano menor ofrece una pantalla de 5,5 pulgadas con resolución Full HD y 401 ppi (puntos por pulgada), frente a las 4,7 pulgadas y 326 ppi del iPhone 6. Otra diferencia es que la cámara está dotada de estabilización óptica de imagen, algo que en teoría mejora la calidad de las fotos en interiores o con poca luz, aunque en la práctica no hemos notado diferencias en las instantáneas de prueba tomadas con los dos modelos.
Donde realmente marca la diferencia el Plus con respecto a su hermano es en la batería. Aumenta el tiempo de conversación 3G a 24 horas (14 horas en el iPhone 6 a secas); en reposo hasta 16 días (10 el iPhone 6); navegación por Internet hasta 12 horas con wifi (11); reproducción de vídeo hasta 14 horas (11), y de audio hasta 80 horas (50 el iPhone 6).
Además, el Plus permite algunas funciones en modo apaisado, como si fuera un iPad. Por ejemplo, los correos electrónicos se presentan con el encabezado a la izquierda de la pantalla y el mensaje resaltado a la derecha, lo que permite gestionar los emails con más agilidad. El teclado virtual también es más completo, gracias a las pulgadas extra. Sin embargo, dado el tamaño del teléfono, si lo sujetamos en horizontal puede ser complicado llegar con los pulgares a los caracteres situados en el centro de la pantalla.
Aparte de las dimensiones -el Plus tiene un grosor de 0,71 milímetros, frente a los 0,69 del iPhone 6-, el peso del terminal también se nota. Son 172 gramos, casi 50 más que la versión de 4,7 pulgadas. En definitiva, quien valore el tamaño de la pantalla -los vídeos se ven espectaculares en el iPhone 6 Plus- y no le importe sacrificar la comodidad tanto de manejo (prácticamente descartado con una sola mano) como de transporte, el phablet de Apple puede ser una opción. En caso contrario, el iPhone 6 cumple de sobra. Ah, y si uno no quiere, ninguno de los dos se dobla.