El segundo punto se lo llevan sus prestaciones, mucho más amplias y desarrolladas de lo que uno espera cuando imagina un dispositivo de muñeca. No se trata de un iPhone comprimido. El Apple Watch depende del smartphone de Apple, necesita para funcionar cualquier modelo de iPhone, del 5 en adelante (iPhone 5C, iPhone 5S, iPhone 6 y iPhone 6 Plus), pero es un disposivo en sí mismo, una nueva concepción de aparato, con sus propias aplicaciones y, por tanto, su propia App Store, y una interfaz nueva y cuidada para que la navegación sea, sobre todo, fluida.
A través del Apple Watch se podrá estar al tanto de notificaciones del smartphone, configurarlas para que las alertas avisen al usuario con una leve, pero significativa, vibración en la muñeca. También se podrá acceder a redes sociales como Twitter o Pinterest, que cuentan ya con una herramienta específica para el reloj, navegar y llevar a cabo algunas funciones por voz, por ejemplo, responder a mensajes de texto.