Patrocinado por:

«Los hombres y yo no terminamos de ponernos de acuerdo»

OCIO@

Atiborradas de usuarios, las páginas de contactos no son siempre garantía de éxito. Es el caso de pilar rubio castro, que relata su experiencia a la voz de galicia.

16 mar 2014 . Actualizado a las 11:36 h.

«Cuando empecé a recibir perfiles de parejas sugeridas por mi página de contactos, que es de pago, comprobé lo distintos que son los hombres a partir de cierta edad. Descarté a personas que ponían la palabra sexo muchas veces en sus respuestas o que decían que su afición al fútbol era importante. En el apartado de cómo sería su día ideal había muchas coincidencias, pues la mayor parte lo describían como un día de no madrugar, de ir de tapeo, siesta y alguna escapadita de fin de semana. Todo muy convencional. Tampoco me gustó uno que hacía alusiones políticas, no lejanas a mi propia ideología, pero no creo que sea el lugar más adecuado para eso».

«Hubo uno que quería a alguien que hablara poco porque en su trabajo tenía que darle mucho a la lengua y al volver a casa necesitaba silencio. Otro ponía la expresión ?no tolero? demasiadas veces y otro dejaba la disciplina y el orden de su vida, muy importante para él, en manos de sus amigos. Estaba también el que exhibía en las fotos de su perfil descapotable rojo, pedazo de moto y sauna, pero cuando alguien basa su éxito en cosas materiales es porque tiene poca fe en sus posibilidades. Y para rematar, otro, con melenita rubia, sonrisa permanente y que decía ser ejecutivo aunque parecía un cantante de pop, aparecía besando delfines en la boca. Muy ecológico y naturalista, pero a mí no sé si me apetecería besar a un hombre que besa delfines».

«La mayoría aparecen en las fotos haciendo algún tipo de deporte; senderismo o esquí sobre todo. Quieren ofrecer una imagen lo más desenfadada posible, como dando a entender que aunque sean maduros siguen siendo juveniles y se mantienen en forma, e incluso se les ve sin la camiseta, algo que a veces deberían haber evitado».

«Las sugerencias de los treintañeros, en cambio, son absolutamente conmovedoras, románticas y con un toque pueril, encantador. Aún no ha habido divorcios y ven la vida con más ilusión. Los hay que incluso desean tener hijos, y los más maduros también. La verdad es que hasta la fecha he recibido un ejército de sugerencias de hombres que en su mayoría hacen que Mr. Bean parezca guapo. Y, curiosamente, solo me ha gustado uno que no me fue sugerido».

«En mi primera cita me sorprendí a mí misma al comprobar cómo he cambiado en los últimos años. Jamás pensé en verme en lides como esta, nunca me creí capaz. Yo no sé ligar, no sé cómo se hace eso, soy muy torpe. Y sin embargo, ahí estoy, contándole mi vida un poco por encima a un desconocido».

«Pero no hay romanticismo en este tipo de citas, no existe la espontaneidad y la ilusión es relativa. Que un programa informático te sugiera parejas que coincidan con tus gustos y pensamientos es lo más frío que puede uno encontrar en el amor. Creo que al final este es un medio como otro cualquiera para conocer gente y, quién sabe, llegar a algo más que a una amistad. En mi caso no ha surtido efecto, pero bueno, las cosas no suceden si no se hace lo posible para que tengan lugar. En cualquier caso, qué asunto más complicado resulta esto de encontrar pareja. En la ?web?, los hombres y yo no terminamos de ponernos de acuerdo».