El CEO de la firma taiwanesa se vio atrapado en un monumental atasco en Barcelona cuando iba a su conferencia. Obdulio, un ciudadano corriente, le ayudó llevándolo en su moto hasta el Mobile World Congress
06 mar 2014 . Actualizado a las 11:56 h.Después de lo del selfie de los Óscar -tremenda campaña de publicidad ¿gratuita? para Samsung-, uno no sabe ya si cosas como estas son reales o producto de una campaña de márketing. Sucedió en Barcelona, durante el Mobile World Congress: el CEO de HTC, Peter Chou, llegaba tarde a la presentación de la firma taiwanesa y para colmo se vio atrapado en un monumental atasco. A la altura de la plaza de España se bajó del taxi que lo trasladaba y pidió ayuda a los transeúntes. Uno no hace 12.000 kilómetros y representa a una compañía con ingresos anuales de 500 millones para quedar apeado de la cita más relevante del año por culpa del tráfico. Por suerte para Chou, por allí pasaba Obdulio Herrera, un ciudadano corriente y moliente que venía de dejar a su hija en el colegio, a lomos de su ciclomotor. Obdulio (en la foto) no dudó en llevar de paquete al presidente de HTC y dejarlo justo a la entrada del pabellón donde debía impartir su conferencia. Rechazó una recompensa económica por la carrera y siguió su camino.
Durante una semana, HTC movió Roma con Santiago en las redes sociales hasta encontrar al motorista anónimo. Ahora, como premio, llevará a Obdulio a Londres para otro importante evento de HTC, empresa cuyas ventas han caído en picado el último ejercicio. Pero esa es otra historia.