Bloomfits da una vuelta de tuerca al concepto de red social y está concebida para ofrecer objetos, habilidades o tiempo libre a un círculo cerrado de amigos y familiares
01 dic 2013 . Actualizado a las 12:32 h.Regalar donde otros venden, pedir en vez de pagar. Esa es la filosofía que subyace detrás de Bloomfits, una aplicación para smartphones que permite crear círculos de amigos con los que compartir objetos, habilidades o tan solo tiempo. La idea nació de Santi Costa, un profesional hecho en Silicon Valley que estaba a punto de entrar a trabajar en YouTube cuando se dio cuenta de que ese no era su camino: «No encontraba mi motivación, notaba que no me iba a llenar». Costa decidió retirarse un tiempo a Girona, donde se reunió con cinco amigos, todos ellos vinculados al sector de las nuevas tecnologías, para buscar la inspiración.
Una de las personas que le acompañó en ese retiro fue Pep Sánchez, fundador de Meristation, que explica que el proyecto pasó por varias fases hasta dar con el concepto final: «La primera idea fue hacer algo sobre moda, pero luego nos dimos cuenta que hay un elemento fundamental para ser feliz: ayudar a alguien que te importa, ¿por qué limitarlo solo al tema de la moda?».
Al final, Bloomfits nació como un espacio en el que compartir con amigos y familiares gracias a unos círculos mucho más estrechos que en otras redes sociales. «En Facebook tienes amigos que no lo son y, si les pides ayuda para una mudanza, es posible que no se preste nadie, en Bloomfits tendrían que aparecer unos cuantos, o por lo menos te darán alguna excusa convincente», ironiza Sánchez.
Con esa idea, Bloomfits surge como un escaparate en el que cada usuario pone a disposición de sus contactos aquello que puede ofrecer y, cuando lo necesita, reclama algo de ellos, no solo cosas materiales, sino también experiencias o habilidades. «Imagínate que te vas de viaje, puedes escribir para pedir una guía del sitio al que vas y, a partir de ahí, un amigo te dice que su hermana ha ido y al final la aplicación consigue que quedéis los tres para tomar un café y que te dé consejos para el viaje», ejemplifica Costa.
En el proyecto hay también talento gallego. Es el que pone María Roade, una diseñadora web que enseguida se quedó atrapada por la idea y que se ha encargado de la interfaz de usuario. «La idea de Santi era 'piensa en un producto que te haga mejor persona'», remarca Roade, que entiende que «ninguna de las redes sociales en las que estamos nos hacen sentir bien solo por usarlas; nos dimos cuenta que lo importante es compartir y acercarte a tu grupo más cercano».
Más proclives a ofrecer
Costa destaca que, por la experiencia de estos primeros meses, han llegado a la conclusión de que los usuarios son mucho más dados a prestar que a pedir. «Es más fácil ofrecer algo», interpreta, e indica que incluso hay más disposición a regalar, «porque tienes cosas que ya no usas y dárselas a alguien que te importa es mejor que dejarlas en la calle». De todas formas, remarcan que la aplicación permite también reducir el riesgo que normalmente va asociado al préstamo, al recordarte a quién se lo has hecho y facilitar así recuperar el objeto cuando lo vuelvas a necesitar.
La aplicación está actualmente disponible para sistemas operativos iOs y Android, aunque sus desarrolladores explican que se trata de un proyecto en constante evolución y que se irán añadiendo nuevas funcionalidades en función de las opiniones de los usuarios.
La aplicación Bloomfits está disponible para teléfonos con iOs y Android.