Filip está pensado para menores de 4 a 11 años, y tiene un localizador GPS que se controla con una aplicación móvil
09 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Perder a un hijo es la pesadilla de muchos padres. No se trata solo de que se escapen en un centro comercial o un parque, sino de no saber si han salido del colegio, han dejado el entrenamiento o ya han llegado a casa.
A partir de esa preocupación de dónde estará el niño, nace Filip, un reloj colorista que se adapta a la muñeca del niño de 4 a 11 años, pero que además es muchas otras cosas para sus padres. Por ejemplo, tiene un geolocalizador -que usa a la vez tecnología GPS y de triangulación de wifi y de las torres de los móviles- que el adulto puede consultar en su teléfono inteligente, ordenador o tableta; y se pueden programar hasta cinco números de teléfono permitidos a los que podrá llamar el niño, aunque no es un móvil ni pretende serlo. De hecho, se recomienda a una edad en que los chicos no tienen teléfono.
El objetivo de Filip es asegurar la independencia de los menores evitando en la medida de lo posible las preocupaciones paternales. Por eso, los padres, desde el dispositivo principal, pueden programar un perfil de Filip diferente para cada hijo adaptándolo a sus necesidades y a sus edades. Así, se pueden establecer zonas seguras, denominadas SafeZone; pueden marcarse por una posición en concreto o introduciendo una dirección, y se amplía con radio de 25 a 500 metros. Si el niño sale de ese espacio seguro durante un tiempo preestablecido -de 3 a 60 minutos- el dispositivo enviará un mensaje de alerta a los adultos.
Filip, que todavía no ha sido lanzado al mercado, está pensado para los dispositivos inteligentes. Una vez se compra el dispositivo, hay que bajar una aplicación -en Android o iOS-, crear una cuenta y conectarse. Hay una web con toda la información: www.myfilip.com.