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Monago, presidente de la Junta de Extremadura, deja Twitter después de publicar su récord en un videojuego

La Voz REDACCIÓN

OCIO@

Monago

La cuenta del político en la red social difundió su puntuación de forma automática, al igual que le pasó hace unos meses a Báñez. El Ejecutivo regional achaca lo sucedido a una travesura de sus hijos y ha informado que Monago volverá a Twitter

22 ago 2012 . Actualizado a las 03:58 h.

Twitter ha vuelto a jugarle una mala pasada a un personaje público. Se trata del presidente de la Junta de Extremadura, Jose Antonio Monago, que, al igual que le sucedió a la ministra de Empleo y Seguridad Social Fátima Báñez hace un par de meses, ha sido «víctima» de los clásicos mensajes automáticos que Twitter suele publicar cuando uno supera un récord de puntuación en algún videojuego para móviles.

«¡He conseguido 2.215 puntos en DoodleJump! ¡Superad eso!». Este ha sido el famosos tuit, «a lo Báñez», que ha condenado a Monago, el mensaje responsable de que el político, un activo usuario de Twitter, cancelase de forma inmediata su cuenta en la red social, al revelar involuntariamente a qué dedica sus ratos muertos el extremeño. Al parecer, fue una travesura de uno de sus hijos -la misma razón que achacó Báñez a su despistado tuit- la que propició que la cuenta de Monago publicase los resultados del juego de marcianitos.

Por el momento, Monago no se ha pronunciado sobre su récord en el Doodle Jump. En su «defensa» ha salido el secretario general de Comunicación de la Junta de Extremadura, Juan Rodríguez Plaza, que explicó, también a través de Twitter, que el tuit de Monago fue consecuencia de una «mano inocente». «Por un tuit de una mano inocente no saquemos las cosas de quicio. El presidente Monago restablecera su cuenta de Twitter».

Desde el Ejecutivo regional han restado importancia al tema y han informado en una escueta nota de prensa que Monago volverá a Twitter una vez que se compruebe que «no vuelve a suceder algo como lo del juego de Doodle».

Pero Twitter no solo resulta un territorio pantanoso para la clase política. No son pocos los usuarios con cierta relevancia pública que, sin ser del todo conscientes del alcance de esta red social, acaban siendo víctimas de sus propias publicaciones, que se acaban convirtiendo en tuits fuera de contexto o auténticas meteduras de pata, como le pasó a David Bisbal con su famoso mensaje de las pirámides de Egipto; a Alejandro Sanz y sus faltas de ortografía, su lucha contra la piratería o su confusión entre Marta Domínguez y Marta del Castillo; a Cañizares con la publicación de unas fotos comprometidas de su mujer o, la más reciente, a Sergio Ramos y su desliz al publicar una foto de Las Vegas anunciando que estaba en Nueva York.