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Alumnos galos usan Twitter para aprender el abecedario

Elena de Miguel MADRID / COLPISA

OCIO@

Colegios de Francia empiezan a aplicar la red social como método pedagógico en clase con chavales de cinco años

06 may 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

«Hemos visto cómo la nieve se convierte en agua». Así, en el fragor del timeline de Twitter, parece un aburrido tuit cualquiera, pero no lo es. Su autor es un niño de cinco años y la frase es el resultado de un método pedagógico que han empezado a aplicar diversos colegios en Francia.

Sin saber leer ni escribir, los preescolares lanzan sus primeras ideas a la red como una herramienta para aprender y reconocer el abecedario.

La metodología es muy simple: el maestro plantea a la clase un tema sobre el que debatir, desde los animales de compañía, a la meteorología o los pasteles que han comido. Tras la intensa conversación y alguna que otra idea que se sale del guion se termina dando forma a una frase final y un tuit. El siguiente paso consiste en que los alumnos busquen en el teclado las palabras de la frase que el maestro ha copiado en la pizarra. Simple, pero efectivo. No solo aprenden el alfabeto, también empiezan a entender lo que es la construcción de una oración, a manejarse con las mayúsculas, las cursivas, la pantalla o el teclado. A modo de juego, terminan asimilando la evolución de la palabra hablada a la escrita.

Seguridad

Olivier Menadier, profesor de uno de los colegios que lo están aplicando, en Siarrouy, en el suroeste de Francia, asegura que también es un excelente método para que estos nativos digitales intenten ordenar sus pensamientos y no se dispersen. En esta escuela, además, los pequeños se comunican con los de otro colegio en Calgary. Pero ¿dónde está Calgary? En Canadá.

La incorporación de Twitter a las aulas en Francia es creciente, ya hay más de 150 clases que lo emplean como herramienta, aunque en la mayoría de las ocasiones hay que convencer a los padres de su utilidad y de su seguridad. Para ello se restringe el acceso a la cuenta. En algunos centros, como el Albert-Camus de Talence, la iniciativa de incorporar el micro-blogging ha servido para «educar» a los padres. Hoy por hoy, un 80 % de los progenitores siguen la cuenta en Twitter de la clase. Pero ¿qué opinan los niños? Ellos, encantados. Emma, cinco años ejerce de portavoz de sus compañeros: «Nos encanta escribir en el ordenador como los adultos». Seguro que ya está buscando las letras de su próximo tuit.