La tecnología funcional aplicada a la ropa se convierte en un valor al alza que conquista a las empresas del sector textil
21 abr 2012 . Actualizado a las 11:45 h.Que los tiempos cambian es incuestionable. Que las modas van con los tiempos, también. En esta época de crisis en la que las únicas empresas que parecen capear el temporal son las dedicadas a las redes sociales e Internet, el resto de sectores parece ver clara la necesidad de adaptarse a la era tecnológica que irrumpió con fuerza con el nuevo siglo. En solo doce años las tabletas, los netbooks y sobre todo, los teléfonos móviles han pasado a ser compañeros indispensables. La vida diaria ya no se entiende sin estos objetos, hasta tal punto que han llegado a condicionarla casi por completo. Las empresas lo saben y ven en ello un filón comercial. Por eso han decidido renovarse antes que morir.
El sector textil ha sido uno de los primeros en adaptarse a la demanda de productos electrónicos imperante. De esta manera ya es posible encontrar en el mercado prendas que permiten al cliente sincronizar su actividad física con teléfonos y ordenadores, convirtiéndolos en minicyborgs de gimnasio, césped o tierra batida. Nike y Adidas han desarrollado zapatillas de deporte con componentes electrónicos que se encargan de registrar la velocidad, la aceleración, la distancia recorrida y un sinfín de datos más sobre la persona que las porta. Todos esa información es posteriormente trasladada vía wireless al teléfono, al MP3 o al ordenador para generar estadísticas que el deportista puede utilizar, ya sea para llevar un control sobre su entrenamiento o bien para colgarlos en la Red y retar a los compañeros de esfuerzos a participar en competiciones que prometen trofeos virtuales.
Cutecircuit es otra de las empresas que ha hecho de la tecnología aplicada a la ropa una señal distintiva. La firma londinense ejemplifica como nadie la máxima de que la moda es una forma de expresión, en este caso interactiva, que promete divertidas experiencias emocionales a partir de algo tan sencillo como una simple prenda. Ofrece, entre otras cosas, la posibilidad de permanecer localizable y al mismo tiempo elegante gracias a un vestido de seda que sirve para recibir o hacer llamadas de teléfono. Es además la creadora del que según la publicación Time Magazine es el mejor invento del año, la Hug Shirt, una camiseta que se conecta al teléfono vía bluetooth y nos permite recibir los abrazos que nos envían desde la distancia, recreando la misma sensación de calor, el tacto y la emoción que logra transmitir el cuerpo humano. Levis y Ermenegildo Zegna han tendido también la mano al sector electrónico. Levis lo ha hecho lanzando Redwire DLX, una línea de vaqueros que pretende integrar música con comodidad mediante un compartimento especial que permite controlar el Ipod sin necesidad de sacarlo del bolsillo, mientras que Zegna Sport ha apostado por la Solar Jacket, una chaqueta que permite recargar todo tipo de dipositivos portátiles a través de los paneles solares que porta en el cuello de la prenda. Dicho cuello, que integra en su interior cables textiles preparados para soportar la exposición al agua, puede desprenderse y funcionar de manera independiente para recargar los dispositivos donde deseemos. En algo similar han pensado los diseñadores de Ralph Lauren, aunque esta vez en forma de mochila. La Ralph Lauren RLX con panel solar permite recargar todo tipo de aparatos eléctricos en tan solo dos horas haciendo que el mal trago de quedarse sin batería justo cuando más se necesita pase a ser solo el vago recuerdo de un tiempo pasado. WtfJeans y Burton son otros ejemplos de firmas de moda que apuestan por hacer sus prendas más atractivas y funcionales a golpe de chip.
El sector textil ha sido uno de los primeros en adaptarse a la demanda de productos electrónicos imperante
La tecnología funcional en la ropa es un valor al alza que también ha conquistado la Red y son varias las empresas que se dedican a la venta de estas innovadoras prendas a través de la web, como Alphyn Industries, donde ya es posible comprar prendas que visten al cliente de pies a cabeza al tiempo que alimentan a los nuevos reyes de la casa. ¿Quién dijo que lo antiguo estaba reñido con lo moderno?