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«Red Dead Redemption», se busca pistolero para wéstern crepuscular

OCIO@

«La diligencia», «Grupo salvaje», «Sin perdón» o «Río Bravo» tienen sucesor. Pero no es una película, sino un juego: la nueva obra maestra de los creadores de «GTA», «Red Dead Redemption», desde ya, uno de los lanzamientos del año.

21 may 2010 . Actualizado a las 17:17 h.

El género del wéstern no empezó en el cine, sino en la literatura. Antes que películas sobre la conquista y colonización de los territorios del oeste de Estados Unidos a lo largo del siglo XIX hubo novelas, obras de teatro y alguna que otra ópera (La Fanciulla del West, de Puccini). Pero fueron las películas las que elevaron a indios y vaqueros a la condición de referentes culturales globales durante la segunda mitad del siglo pasado.

Esa época de esplendor ya pasó. Los niños ya no juegan en la calle a ser John Wayne. En este contexto, el salvaje oeste vuelve a estar de actualidad. Y no porque Hollywood siga haciendo buenas películas con esta ambientación de vez en cuando (Appaloosa o la versión de El tren de las 3.10 a Yuma, del 2007) o por las novelas de la Trilogía de la frontera de Cormac McCarthy, sino por el lanzamiento de un videojuego llamado a hacer historia: Red Dead Redemption.

Las dos consolas de alta definición -PlayStation 3 y Xbox 360- son las destinatarias de sendas versiones de la obra de Rockstar, la compañía que ha hecho fama y fortuna con la brillante, violenta y controvertida serie de videojuegos Grand Theft Auto. El juego llega precedido de gran expectación. Y cuenta con las más entusiastas bendiciones de la crítica especializada, que ha otorgado un sobresaliente a esta epopeya protagonizada por un bandido llamado John Marston, que busca una oportunidad de redimirse tras una larga carrera de delitos. Pero no podrá llevar una vida tranquila.

Tendrá que volver a usar su revólver y emprender una sangrienta venganza personal en un contexto, el de la América del Norte de 1900, que históricamente supuso un proceso de doma y control, por parte del Gobierno federal de Washington, de la autonomía de las regiones más salvajes del Oeste.

Este es el argumento base de una superproducción (según el Daily Mail, ha costado 78 millones de euros) que recibe una doble herencia. De calidad desigual. Por un lado, recibe el nombre de una serie discreta y olvidable, llamada Red Dead, cuyos derechos adquirió Rockstar. Por el otro, su mecánica

de juego -absoluta libertad de movimiento, mucha acción-, con una referencia clara: la última entrega de la serie GTA.

Las aventuras y desventuras de Niko Bellic por Liberty City tienen un trasfondo común con las correrías de John Marston por la América menos civilizada de 1900. Tienen un pasado oscuro que se irá desvelando, a cuentagotas, a medida que avanzan las interesantes tramas de sus respectivos juegos.

Ambos son antihéroes. Viven a la sombra del lado más frustrante de un mito, el sueño americano. También comparten la incapacidad para dejar atrás la violencia como forma de vida. Y una gran capacidad para atraer problemas y meterse en líos. De los gordos.

Red Dead Redemption transporta al jugador a un escenario vivo, que parece salido de una película de John Ford, que le ofrece un sinfín de oportunidades para moverse a su antojo, interactuar con los personajes que lo pueblan y cometer, si lo desea, todo tipo de tropelías. Él decide si quiere ser un héroe sin tacha o un villano. Pero la violencia es consustancial a un juego que incluye lenguaje soez y escenas de sexo. Por supuesto, solo es para mayores de 18 años, como los GTA.

En la piel de Marston, el jugador transitará por amplias praderas, visitará ciudades fronterizas donde la ley y el orden son quimeras y viajará en tren, a caballo (durante largos periplos) o en carro. Durante sus aventuras, conocerá un elenco de personajes secundarios repletos de carisma y capaces de ofrecer diálogos intensos, impactantes o disparatados, según el caso, pero casi siempre interesantes.

Red Dead Redemption viene a llenar un vacío que en los últimos tiempos habían intentado llenar Call of Juárez o Gun. Apenas hay títulos ambientados en el Oeste. ¿Está abriendo Rockstar un filón? Puede ser. Pero cualquier imitador tendrá muy difícil llegar a la altura de este brillante videojuego, que es desde ya candidato a ser uno de los mejores del año.