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Galicia cuenta con cinco puntos públicos para cargar el móvil

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Dos emprendedores catalanes importan a España las máquinas para cargar dispositivos portátiles, ubicadas en centros comerciales, estaciones o aeropuertos. Unos 300 gallegos ya usan cada mes los Puntobile instalados en espacios públicos de la comunidad

10 ago 2009 . Actualizado a las 10:51 h.

Son las «cabinas de teléfono del siglo XXI». Así lo define María Calleja, emprendedora catalana que, junto a su hermano Branco, ha traído a España la solución a uno de los principales problemas de los usuarios de dispositivos portátiles: se termina la batería del móvil y no saben qué hacer sin su teléfono móvil.

La solución se llama Puntobile, una empresa que distribuye e instala máquinas en espacios públicos de España para cargar baterías de casi todos los modelos de teléfonos existentes en el mercado, pero también las de otros aparatos como reproductores de música o cámaras de fotos. El primer modelo se instaló en la estación del Norte de Barcelona hace dos años. Galicia ya cuenta con cinco puntos, dos de ellos ubicados en el aeropuerto de Vigo y los otros tres en los centros comerciales de Poio (Pontevedra), Dolce Vita, en A Coruña, y Travesía, de Vigo.

Desde su implantación en la comunidad gallega, las máquinas han registrado un impacto de unos 300 usuarios mensuales, y sus promotores reconocen que la gente está valorando muy positivamente el servicio que, en un momento en el que parecen olvidados los tiempos no tan lejanos en los que la telefonía móvil no estaba generalizada. Su objetivo es colocarlos en todos aquellos lugares de tránsito frecuente de usuarios, como restaurantes, estaciones o gasolineras. Puntobile ya cuenta con una oficina en Madrid y otra en León, desde donde coordinan su implantación en todo el noroeste español.

Los hermanos Calleja provienen de una familia de emprendedores que trataron de buscar solución a un problema que provocó la tecnología de consumo. Pensaron en la posibilidad de crear cargadores de móviles portátiles y ubicarlos en espacios donde la gente los pudiera necesitar más. En el año 2006 lograron la patente de un producto que ya estaba generalizado en el continente asiático y lo importaron a España, donde ya tienen cientos de dispositivos.

Espacios móviles

Cuentan con tres modelos diferentes, según su tamaño y los servicios suplementarios que ofrecen. Porque la intención de sus creadores es que los Puntobile no sea una máquina que se limite a cargar la batería: «Los teléfonos ya no se utilizan exclusivamente para hablar y queremos que las máquinas cubran todas las necesidades que pueda generar un móvil», explica María. Así, un usuario que haga una foto con la cámara de su teléfono, podrá enviarla vía Bluetooth desde las máquinas, descargar aplicaciones informáticas a su teléfono de última generación o navegar con él a través de la wifi instalada en estos puntos tecnológicos.

¿Y el precio? Cargar la batería del teléfono móvil durante 15 minutos cuesta un euro, aunque la firma asegura que la carga es mucho más potente que la que se consigue con el cargador individual durante el mismo período de tiempo. Además, algunos establecimientos donde se ubican, como hoteles o restaurantes, ofrecen el servicio gratuito a sus clientes.