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La primera consola de bolsillo y para todos

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Repaso de los 20 años de historia de la Game Boy con la ayuda de Iván Vázquez, un gallego incondicional de las portátiles de Nintendo.

20 mar 2009 . Actualizado a las 10:40 h.

Dentro de varias semanas sale al mercado una nueva evolución de la consola portátil de Nintendo; se trata del tercer modelo de la DS, que ya ha vendido más de 173 millones de unidades en todo el mundo en sus cuatro años de vida. Pero esta evolucionada máquina que incluye en su nueva versión dos pantallas, reproductor de música y que ha mejorado tanto externa como internamente, no hubiera sido nada sin la primera serie de la familia que se encuentra estos días de aniversario: la Game Boy.

El fabricante japonés de videojuegos lanzó hace 20 años su «prodigio tecnológico», tal y como lo define él mismo. Pesaba 300 gramos, medía menos de cuatro centímetros de grosor y tenía una pantalla de 160 por 144 píxeles que mostraba cuatro tonos de grises. Logró algo impensable para los jugadores, «que tuvieran la posibilidad de seguir la partida en el patio del colegio». Así lo recuerda Iván Vázquez Patiño, un coruñés que conoce bien el mundo de los videojuegos ?trabaja en una tienda Game Shop de A Coruña? y que además es un incondicional de la marca japonesa. «Lo que menos ha cambiado en estos 20 años es la mentalidad de la marca de seguir apostando por innovar».

Pone de ejemplo la variedad de juegos que ha ido desarrollando con la finalidad de que todo usuario, independientemente de su edad, sexo y gustos, encontrara el suyo propio. Y es que para el joven coruñés los juegos fueron precisamente la clave del éxito de aquella Game Boy. «Fue la primera portátil que logró adaptar juegos diferentes, como Tetris o Mario Land, que eran útiles porque potenciaban nuestra creatividad», y recuerda que era la primera consola «que podíamos vender a nuestros padres», un gasto que estaban dispuestos a afrontar porque su uso no se limitaba únicamente a los tradicionales juegos violentos, sino que vino acompañada de otras opciones que servían para mejorar la agudeza mental de quien la usaba.

Su estética también ha evolucionado. De la primera versión con un diseño simple, pasando por los botones laterales incorporados en el modelo Advance, para llegar a la pantalla táctil y el puntero de la DS. Estos últimos elementos han logrado simplificar mucho la forma de jugar y fueron claves para el cambio generacional. Así, la Game Boy Advance fue líder de su sector (se vendieron más de 81 millones de ejemplares) pero su público era exclusivamente infantil. «El puntero y el micrófono han abierto el abanico de usuarios» y con el paso del tiempo, aquella primera máquina vertical no solo convenció a los padres, sino que los adultos empezaron a comprarla para su uso personal.