Patrocinado por:

Vázquez-Figueroa, a dos euros la entrada

Colpisa

OCIO@

El escritor canario cuelga de internet su última novela para llegar «a todos los confines de la tierra». «Me he aburrido del éxito, necesitaba experimentar con algo distinto», afirmó el autor de 'Tuareg'.

29 oct 2008 . Actualizado a las 20:11 h.

El escritor tinerfeño Alberto Vázquez-Figueroa, de 72 años, ha decidido colgar de Internet Saud el Leopardo, una novela inédita que relata las peripecias de Abdul-Aziz Ibn Saud, un trotamundos que en el primer tercio del siglo XX reconquistó los territorios que hoy forman Arabia Saudí. Empezó la aventura, según el autor canario, con 30 hombres, 30 camellos y 30 «cochambrosos» fusiles. «De un viejo guión que me pidió una productora para hacer una película he reescrito una historia sobre uno de los personajes más fascinantes que han pasado por este mundo».

En 1927 el Reino Unido reconoció la independencia de los territorios reconquistadas a los otomanos por Ibn Saud (entonces conocidos como el reino de Hijaz y Nejd). En 1932 estas regiones fueron unificadas con el nombre de Reino de Arabia Saudita. En 1938 se descubrió petróleo en la región. «A partir de entonces, Ibn Saud vivió como un marajá», dijo Vázquez-Figueroa. «Desde pequeño admiré a un hombre que nunca se paraba a pensar en las dificultades de sus empresas, sino que se las ingeniaba para ver el modo de solventarlas».

La novela estará disponible en la red dentro de dos semanas. Los interesados tendrán que teclear la dirección electrónica www.bubok.es, pinchar el nombre de la obra en el buscador de Bubok (editorial especializada en impresión digital) y realizar la compra -dos euros- como cualquier otro producto en línea. «Desde hoy mismo existe la posibilidad de adquirirla en formato de papel, pero con la particularidad de que el ejemplar irá dedicado por el autor y la primera página personalizada, a gusto del cliente», explicó el director general de Bubok, Ángel María Herrera. El coste de cada ejemplar es de 17 euros. A partir de enero, 'Saud el Leopardo' será editado por «un potente sello», dijo Vázquez-Figueroa. La venta se canalizará a través de las librerías.

Su peor libro

«Quería experimentar con algo distinto; me he aburrido del éxito», se justificó el escritor isleño, quien ha vendido 30 millones de novelas por todo el mundo. «Soy consciente de que he escrito libros muy malos, pero también los he escrito buenos; 'Tuareg' es uno de ellos.» De esta novela -una historia que habla de la vida en el desierto y de la hospitalidad islámica -se han vendido cuatro millones de ejemplares en una treintena de lenguas. «¿Mi peor libro? 'Palmira', sin duda. Es una historieta que gusta mucho a las mujeres, pero a mí me parece pésima».

Vázquez-Figueroa piensa que el «milagro de internet» facilita «enormemente» la difusión de sus obras. «La mayoría de mis títulos están más que amortizados; lo ahora quiero es que nadie que esté interesado se quede sin leerlos; deseo llegar a todos los confines de la tierra», explicó. No es la primera vez que el escritor cuelga una de sus obras en la red. En 2007 hizo una experiencia similar con 'Por mil millones de dólares'. «Si alguien no encuentra uno de mis libros no tiene más que escribirme a vazquezfigueroa@telefonica.net. Yo se lo envío gustosamente por correo electrónico».

Autor de más de cincuenta títulos (algunos de ellos llevados al cine), ha realizado toda clase de trabajos. Fue submarinista con Jacques Cousteau, boxeador profesional y colaborador de Miguel de la Quadra-Salcedo en el programa de Televisión Española 'A toda plana'. Como corresponsal de golpes de Estado, guerras y movimientos revolucionarios estuvo en Guinea, Guatemala, Chad, Congo y Bolivia, entre otros muchos países. Su infancia transcurrió en el Sahara, al lado de un familiar (su madre había muerto, y su padre, exiliado republicano, enfermó de tuberculosis). Allí aprendió a vivir rodeado de arena y allí comenzó a leer a Julio Verne, Herman Melville y Joseph Conrad. «Si no hubiese vivido en el desierto no hubiera podido escribir 'Tuareg'; eso lo tengo muy claro».