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Los internautas chinos, atrapados en la gran muralla de la censura

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez REDACCIÓN

OCIO@

Yahoo!, Microsoft y Google colaboran en el férreo control gubernamental de la Red Pekín ha proscrito la aparición en los buscadores de palabras como «libertad»

16 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

La Gran Muralla protegió el antiguo imperio chino frente a los ataques de los bárbaros del norte. Durante siglos sirvió de barrera, pero con el tiempo fue superada. Y el imperio cayó. Hoy, en pleno siglo XXI, una nueva gran muralla rodea el país. Pero no está hecha de piedra, sino de censura. Ha sido dispuesta por los dirigentes de la China actual -una potencia económica emergente muy poco democrática- para vigilar el ciberespacio y evitar el libre acceso a Internet. Los más de cien millones de personas que forman la comunidad internauta china no pueden acceder a los mismos contenidos que un europeo occidental o un norteamericano. Y es que el Partido Comunista no quiere que ningún ciudadano busque en Internet términos como derechos humanos, democracia o Dalai Lama. Para lograr su objetivo, el muro de Pekín se fundamenta en tres pilares: la legislación draconiana, que obliga a los usuarios de foros a registrarse con su verdadero nombre, y que mantiene un censo para controlar páginas y servidores; una ciberpolicía muy activa, eficaz y contundente a la hora de bloquear páginas web, clausurar cibercafés o detener a internautas; y la colaboración de grandes empresas como Microsoft, Yahoo! o Google. Los gigantes de la Red están muy interesados en penetrar en el jugoso mercado chino. En su afán por hacer negocio, se han plegado a las condiciones del Gobierno y no se han preocupado mucho por respetar los derechos a la información y a la libre expresión que forman el espíritu de Internet. Según Reporteros sin Fronteras, las versiones chinas de Yahoo! y Google están capadas, no permiten buscar las palabras proscritas por Pekín. La organización también acusa a Microsoft de censurar los contenidos de los blogs o bitácoras que se publican a través del portal MSN chino. Si un internauta busca un término proscrito puede encontrase con que páginas que funcionan perfectamente no están disponibles; en el caso de los blogs , cualquier palabra tabú hace saltar una alerta concluyente y definitiva: «Lenguaje prohibido, sustitúyalo, por favor». No hay lugar para la discrepancia. Colaboracionismo La colaboración de las empresas con el Gobierno chino ha ido más allá de la censura. Yahoo!, que el año pasado fue demandada por negar a los padres de un soldado muerto en Irak las claves de su correo electrónico, ha proporcionado datos privados para ser usados en el juicio contra Shi Tao, un periodista procesado por enviar un mensaje interno del Partido Comunista. Tao fue condenado a diez años de cárcel gracias a las pruebas proporcionadas por Yahoo!. La compañía ha alegado que respeta la legislación local, pero los grupos de defensa de los derechos humanos la acusan de ayudar a reducir la libertad en la Red en aras de sus intereses económicos. Recientemente pagó mil millones de dólares por el 40 % del sitio de subastas Alibaba.com, el eBay chino.