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Los barcos se suman al sistema de «estacionamiento» asistido

Raúl Villa Caro DOCTOR INGENIERO NAVAL, OFICIAL DE LA ARMADA, CAPITÁN DE MARINA MERCANTE Y SECRETARIO DE LA FUNDACIÓN EXPONAV.

PUERTOS

A medida que los mercantes crecen en eslora, los prácticos se van dotando de tecnología que hace las maniobras más seguras

26 oct 2024 . Actualizado a las 10:18 h.

La cada vez mayor dificultad de las maniobras portuarias, creada en gran parte por buques que no paran de crecer en eslora, hace que los prácticos tengan que añadir, a su pericia marinera, todas las ayudas de que puedan disponer para asegurar que los servicios de atraque finalicen de manera exitosa. Para eso, estos profesionales se apoyan en ayudas tecnológicas, tanto externas como propias.

Dentro de las externas, algunas están disponibles a bordo de los buques, como pueden ser los indicadores doppler (medidores de velocidad). Otras, sin embargo, se encuentran en muelles y terminales, en forma de indicadores láser que proporcionan lecturas de velocidad y distancia al muelle muy precisas. En lo que respecta a las ayudas individuales destacan las consolas PPU (pilot portable unit o unidades de ayuda al practicaje), que suelen llevar a bordo consigo los propios prácticos, aunque ya existen barcos modernos que tienen equipos propios muy precisos que las reemplazan.

Ayudas externas en muelles y puertos. Existen sistemas avanzados y precisos de ayuda al atraque que permiten monitorizar en los muelles de los puertos una serie de datos que facilitan las maniobras de aproximación y atraque de la embarcación, lo que supone una mejora importante para el práctico y el capitán.

Entre las principales que presentan estos sistemas, que se apoyan en el uso de tecnología láser para obtener lecturas de posicionamiento exactas e instantáneas, destaca la posibilidad de poder optimizar tiempos y mejorar la eficiencia en las maniobras de atraque y desatraque, al tiempo que se aumenta la seguridad y se reducen riesgos de accidentes en las operaciones.

Las unidades portátiles de practicaje. Las PPU no son sistemas novedosos, aunque su uso se está asentando en los últimos años entre las corporaciones de prácticos de puerto en España, hasta el punto de haberse convertido, en la actualidad, en una herramienta de trabajo muy importante para las tareas de practicaje.

En el caso de los prácticos de Ferrol, por ejemplo, llevan usando 17 años estas consolas, de gran ayuda para las maniobras de los grandes buques gaseros, en la terminal de GNL (gas natural licuado) de Mugardos. Una PPU es, en esencia, un sistema de poco peso ideado para que el práctico lo pueda llevar encima (en una pequeña mochila) en el momento del embarque y lo pueda instalar rápidamente (actualmente en menos de un minuto).

En los equipos más antiguos, la consola estaba formada por un par de antenas GPS, separadas por una barra, que, mediante dos imanes, se podían acoplar en el buque. Los sistemas más modernos, sin embargo, ya disponen de una batería y un conector universal que, acoplado al buque en su lugar previsto (pilot plug) capta la información del AIS (sistema de identificación autonómico, que transmite la posición e identificación del buque) y dota a la consola de la información necesaria para que el práctico pueda seguir la maniobra a distancia desde cualquier parte del buque (algunos modelos incluso conectan la unidad con un móvil o reloj inteligente).

La PPU informa de manera intuitiva sobre la posición, velocidad, rumbo, y giro del buque y, por si fuera poco, posee capacidad de predicción para indicar cómo se comportará el buque en el minuto siguiente (o a los 2 o a los 3... o a lo que se le programe) para que los prácticos puedan disponer en todo momento de una proyección virtual del rumbo del buque y saber cómo se comportará y a qué distancia pasará de los obstáculos o de los muelles si se mantiene dirección y velocidad de ese momento.

La pantalla, entre otros muchos datos, reproduce la silueta del buque marcando su posición exacta (sin el margen de error de las señales GPS), y la prevista para los minutos siguientes (según el período que se haya programado).

Se trata de una herramienta muy útil que permite que el buque pueda ir alterando su rumbo si fuera necesario, y que gana mucha importancia en las maniobras nocturnas o de visibilidad reducida por las condiciones meteorológicas.

A este respecto se debe destacar que hay lugares de atraque, como, por ejemplo, la terminal de GNL de Mugardos, donde debido a la dificultad de la maniobra, la Capitanía Marítima exige la presencia de dos prácticos, de los cuales uno suele atender a la navegación visual (luces, marcas navegación, etcétera), y el otro a la navegación electrónica basada en la PPU.

Raúl Villa Caro es doctor ingeniero naval, oficial de la Armada, capitán de marina mercante y secretario de la Fundación Exponav.