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La burocracia, el último y prolongado escollo para el tren al puerto exterior de A Coruña

David García A CORUÑA / LA VOZ

PUERTOS

MARCOS MÍGUEZ

Confirmados los fondos europeos, falta la aprobación del proyecto y el convenio

03 ago 2021 . Actualizado a las 08:45 h.

Los 15,95 kilómetros de los dos ramales y de la red interna que conformarán el enlace ferroviario necesitarán de una potente inversión de 171 millones de euros que saldrá del Plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno central, pero para llegar hasta la licitación de una infraestructura imprescindible para el futuro de la Autoridad Portuaria todavía queda un último escollo: la burocracia.

Un proyecto de estas características tiene detrás una serie de trámites que ayudan a comprender la magnitud de la actuación, que en el ramal norte incluirá la perforación del terreno para la construcción de tres túneles, entre otras cuestiones.

Después de años de redacción de proyectos y negociaciones entre Administraciones para sacar adelante el tren a Langosteira, en su camino todavía quedan dos aspectos en los que se está trabajando desde hace meses, pero a los que les falta camino por recorrer.

El primer obstáculo burocrático que debe superar el enlace ferroviario es la aprobación del proyecto. Los últimos avances en este apartado son la supervisión del proyecto original por parte del Adif, paso que esta semana desembocó en la licitación, por parte de la Autoridad Portuaria, de la actualización del proyecto con los cambios solicitados, algunos vinculados a modificaciones normativas desde que se finalizó el plan en el 2019.

Una vez que esta actualización esté terminada, el Puerto la deberá remitir al Adif y, cuando esté listo el proyecto definitivo, será el ente portuario el que dé su aprobación. Posteriormente tendrá que comunicarse a las empresas ferroviarias, al Ministerio de Transportes y a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria.

El proyecto no tendrá la aprobación final hasta que dé luz verde la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, que Puertos y Abogacía del Estado emitan sendos informes y, finalmente, que el consejo de administración de la Autoridad Portuaria lo apruebe.

Numerosos pasos y todos ellos implicados en una red burocrática que habitualmente no se caracteriza por su celeridad, de ahí que aventurar una fecha para la licitación sea casi como tirar los dados, aunque se espera que se pueda cumplir en algún momento del otoño.

Acuerdo interadministrativo

Menos laboriosa debería ser la firma del convenio en el que se establecerán los derechos y las obligaciones de cada Administración implicada, lo que afecta a Adif, los ministerios de Hacienda y Transportes, la Autoridad Portuaria y Puertos del Estado, que deberá aprobar en su consejo rector la inclusión de la financiación en el Plan de Inversiones de la Autoridad Portuaria.

Esto será posible una vez que se complete el estudio de los borradores del convenio por parte del Puerto, Adif y Puertos del Estado, lo que ya está en marcha, y que la Abogacía del Estado del Ministerio de Transportes emita un informe jurídico. La rúbrica de este convenio será la culminación de la fase previa a la licitación, que también necesita de la redacción de los pliegos, el replanteo del proyecto y los acuerdos del consejo de administración del Adif y del Consejo de Ministros.

Así, serán necesarios varios meses, con la dificultad añadida de que agosto es prácticamente inhábil administrativamente, para llegar a la licitación del enlace ferroviario al puerto exterior, que luego tendrá sus trámites propios. También están pendientes de acometerse las expropiaciones necesarias para la ejecución del proyecto, una cuestión que está previsto que se pueda ir materializando mientras se realizan los trámites anteriores.

La inclusión en el Plan de Empresa de la Autoridad Portuaria, una garantía de futuro

La confirmación por parte del Estado de que financiaría por completo la obra del tren al puerto exterior fue un espaldarazo para este proyecto, que tuvo su refuerzo con la inclusión de la actuación en el Plan de Empresa de la Autoridad Portuaria a partir del próximo año.

Esto supone que la actuación irá para adelante y deja atrás cualquier especulación posible sobre el compromiso estatal con la ejecución del proyecto. La buena noticia para el Puerto fue doble, ya que el Gobierno central también se comprometió en ese momento, hace apenas tres semanas, a la financiación completa de los tres tramos que serán necesarios.

En total, serán 171 millones procedentes de la Unión Europea los que se utilicen para la construcción de los ramales norte y sur y de la red que recorrerá el interior del puerto exterior. Esta última parte ya cuenta con un proyecto redactado y su financiación, que ascendía a 14 millones de euros, la iba a asumir el Puerto, pero finalmente saldrá también de los fondos de recuperación. Mientras, para el ramal sur todavía no hay proyecto, aunque se estima que se podrá realizar mientras se avanza en las otras partes ya que es una obra para la que no será necesario excavar túneles.

España deberá justificar ante Europa en los próximos años la aplicación de los fondos recibidos para afrontar la recuperación después de la pandemia, de ahí que la ejecución del enlace ferroviario a punta Langosteira sea una apuesta segura. Las previsiones señalan el 2026 como el final de las obras, aunque esto se podrá confirmar según avancen y no haya contratiempos.