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El mandato de la recuperación del puerto de A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

PUERTOS

CESAR QUIAN

La Xunta quiere empezar a trabajar ya en la integración de los muelles, y el gobierno local, tras dar por nulos los pactos del 2004, debe convocar la comisión que redactará un nuevo convenio

16 abr 2021 . Actualizado a las 10:57 h.

La pelota está sobre el tejado de María Pita. Es el Ayuntamiento quien debe dar el siguiente paso para la integración de los muelles de Batería, Calvo Sotelo y San Diego con la convocatoria de la comisión entre Administraciones acordada el 23 de febrero. La comisión deberá acordar un nuevo marco legal para urbanizar esa zona, y abordar el pago de la deuda de 300 millones que afronta la Autoridad Portuaria por las obras del puerto exterior.

El pistoletazo de salida se dio el viernes. El ministro José Luis Ábalos anunció que el enlace ferroviario a Langosteira optará a los fondos Next Generation de la UE. La obra es imprescindible para liberar los citados muelles.

También el viernes, la Xunta puso sobre la mesa una hoja de ruta completa, con plazos y costes detallados, para integrar esos terrenos en la ciudad. La alcaldesa señaló unos días después que la citada comisión, en la que estarán representados el Ayuntamiento, la Xunta, el Ministerio de Transportes, el ADIF, Puertos del Estado y la Diputación, sería el lugar para debatir la propuesta.

La Voz

Esta misma semana, el gobierno local confirmó que los convenios del 2004 -que sirvieron de marco legal para la construcción del puerto exterior- ya no están vigentes. Los acuerdos habían sido polémicos, ya que preveían pagar la obra mediante la construcción de viviendas en los terrenos del puerto interior.

En la cumbre del 23 de febrero, convocada por la alcaldesa, Inés Rey, todas las Administraciones acordaron que habían quedado obsoletos, y que serían reemplazados por un nuevo acuerdo que se concretaría en la citada comisión. El pasado viernes, la alcaldesa explicó que no había convocado ese organismo a la espera de que se concretase el enlace ferroviario. Esa obra está confirmada, y con los convenios del 2004 sin vigencia y la propuesta de la Xunta encima de la mesa, el siguiente paso es la comisión. 

El plan del Gobierno gallego

Todo indica que el Ejecutivo autonómico insistirá en la propuesta que lanzó el viernes para empezar a trabajar de inmediato en la integración de los muelles. El planteamiento de la Xunta es que este mismo año se empiece a redactar el nuevo plan especial para esa zona. Además habrá que hacer numerosos ajustes urbanísticos en San Diego, ya que las previsiones del plan general para ese muelle se hicieron de acuerdo a los convenios del 2004.

El plan defendido por Alberto Núñez Feijoo y la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, prevé que las obras en el muelle de Batería empiecen el próximo mes de enero y queden listas en junio del 2023. A continuación se iniciarían los trabajos en Calvo Sotelo, que terminarían en mayo del 2025. Finalmente, entre enero de ese año y junio del 2026, se construiría el nuevo vial subterráneo en la Avenida do Porto, que enlazaría con el de la Marina. Al mismo tiempo se reformaría la superficie de esa avenida, con el fin de integrarla con los jardines de Méndez Núñez y los muelles abiertos a la ciudad.

La inversión total superaría los 57 millones de euros. El Gobierno gallego se ha comprometido a aportar 20,2 millones, y una cantidad aún por determinar para la construcción del vial subterráneo de la Avenida do Porto.

El resto de los fondos correrían a cargo de las demás Administraciones, entre ellas la Diputación de A Coruña, a la que la Xunta ha invitado a colaborar en el plan.

Las previsiones del Gobierno gallego son compatibles con la mayoría de los proyectos diseñados durante los últimos años para esos muelles, que apuestan por no levantar apenas nuevas edificaciones, llevar los jardines de Méndez Núñez más cerca del borde del mar y soterrar la circulación en la Avenida do Porto.

La tercera fase es la reforma del muelle de San Diego. La planificación de la Xunta indica que el proyecto para esa zona se desarrollaría una vez terminado el de los otros dos muelles y por mutuo acuerdo de todas las Administraciones. El plan debe trazarse a largo plazo, ya que San Diego no quedará libre hasta finales de la década, cuando esté listo el tren a Langosteira y finalice la concesión de Repsol. Hay que tener en cuenta que el muelle es cuatro veces más grande que Batería y Calvo Sotelo juntos, por lo que también requerirá una importante inversión económica -estimada en más de cien millones- y una cuidada planificación urbanística.