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La última oportunidad del tren al puerto exterior de A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

PUERTOS

Los protagonistas del imprescindible consenso: Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta; José Luis Ábalos, Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Inés Rey, alcaldesa de A Coruña; Valentín González Formoso, presidente de la Diputación, Martín Fernández Prado, presidente de la Autoridad Portuaria; Francisco Toledo Lobo, presidente de Puertos del Estado; Ethel Vázquez, conselleira de Infraestruturas, y Isabel Pardo de Vera, presidenta del ADIF.
Los protagonistas del imprescindible consenso: Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta; José Luis Ábalos, Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Inés Rey, alcaldesa de A Coruña; Valentín González Formoso, presidente de la Diputación, Martín Fernández Prado, presidente de la Autoridad Portuaria; Francisco Toledo Lobo, presidente de Puertos del Estado; Ethel Vázquez, conselleira de Infraestruturas, y Isabel Pardo de Vera, presidenta del ADIF.

El encuentro del presidente de la Xunta y el ministro de Transportes se perfila como la ocasión para desatascar un proyecto que precisa una alianza ganadora de todas las Administraciones

07 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Quién le pondrá el tren a Langosteira? Lo harán todos. El proyecto es tan importante para el futuro de A Coruña, que se juega su fachada marítima y su diseño urbano en este siglo, el área metropolitana y el noroeste de la Península que no habrá vencedores ni vencidos entre los responsables públicos que lo impulsen.

Ocurrió con la alianza de Administraciones que construyó el puerto exterior. Los convenios del 2004 han quedado obsoletos, pero sus frutos están a la vista. El puerto exterior está operativo y ayudó a evitar al menos una gran catástrofe cuando dio refugio al Max Jacob, que llevaba el doble de carga que el Prestige. Gracias a Langosteira, el año que viene dejarán de entrar petroleros en aguas interiores coruñesas. Este año abrirán al público los muelles urbanos tras la mudanza de las empresas que operaban allí. Langosteira atesora un gran potencial económico, y ayer la Autoridad Portuaria presentó un plan con diez proyectos empresariales para impulsar el crecimiento.

Los acuerdos del 2004 ya no son viables y serán reformulados, así se acordó en la cumbre sobre el puerto del 23 de febrero en María Pita, pero su resultado -la seguridad, el potencial económico y la liberación del frente marítimo- no ha suscitado ni una crítica a las Administraciones -los ayuntamientos de A Coruña y Arteixo, la Autoridad Portuaria, Puertos del Estado, la Xunta o el Ministerio de Fomento- que los hicieron posibles.

La receta debe recuperarse hoy para forjar las vías al puerto exterior. Así lo creen los actuales responsables de las instituciones que hace 18 años pusieron los cimientos de Langosteira. Lo expresó el presidente de Puertos, Francisco Toledo Lobo, cuando llamó a «una alianza entre todas las Administraciones para solventar la dura crisis financiera de la Autoridad Portuaria».

En los próximos días, en principio este miércoles día 10, habrá una reunión entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. El encuentro se perfila como la oportunidad para desatascar el futuro del puerto, un asunto que dada su importancia, tal y como dijeron los reunidos el 23 de febrero, debe volar sobre el partidismo, los celos o el cálculo electoral. Pese a ello, la obra lleva desde el 2018 con proyecto, pero sin fecha ni fondos.

Los frentes son dos: la deuda de 300 millones que afronta la Autoridad Portuaria por la construcción de punta Langosteira y la obra de 140 millones del tren, que esa institución no puede afrontar a causa de la deuda.

La paradoja es que sin ferrocarril la viabilidad económica del puerto está comprometida, lo que dificulta que pueda hacer frente a la deuda. El tren es por lo tanto la espada para cortar el nudo gordiano que atenaza al puerto, la industria sobre la que creció A Coruña durante toda su historia. La complejidad del problema es tal que todas las Administraciones se han visto arrastradas por él y serán corresponsables de la solución. 

José Luis Ábalos

Apuesta por el tren. El ministerio que dirige José Luis Ábalos estuvo representado en la cumbre del 23 de febrero por Sergio Vázquez, secretario general de Infraestructuras, que insistió en que el ministerio «quiere dar una salida de viabilidad financiera al puerto y garantizar su supervivencia». El proyecto de Ábalos pasa, entre otras iniciativas, por impulsar el ferrocarril como medio de transporte sostenible en esta legislatura. El ministro visitó A Coruña en enero del 2020 para dar el Premio Nacional de Arquitectura a Manuel Gallego Jorreto, y ya entonces destacó el avance de la ciudad en los objetivos de la agenda 2030, que promueve un modelo más sostenible que vertebre la transición ecológica, económica y social de las urbes. 

Alberto Núñez Feijoo

Dispuesto a actuar. El Gobierno gallego de Alberto Núñez Feijoo promovió en el 2018 un acuerdo con el Gobierno central para dar una solución a la deuda que garantizaba también el tren. No fue desarrollado, pero la Xunta ha insistido en el compromiso de colaboración que expresó entonces, cuando anunció una aportación de 20 millones para garantizar la titularidad pública de los muelles de Batería y Calvo Sotelo. E invitó a las Administraciones a sumarse a ese plan para enjugar la deuda con aportaciones directas, y evitar así la privatización de los muelles interiores.

Inés Rey

La ruptura del hielo. La alcaldesa convocó la cumbre sobre el puerto del 23 de febrero. En el encuentro no se cerraron fechas para hacer el tren, pero se dio la puntilla a los acuerdos del 2004 y se puso un plazo, seis meses, para elaborar un nuevo marco legal sobre el futuro del puerto. La regidora tendrá además un papel clave en la apertura de los muelles, prevista para este año. 

Valentín González

En busca del consenso. Aunque la Diputación no tiene competencias en el puerto, su presidente se implicó en la búsqueda de un pacto. Tras la cumbre de María Pita se dijo «ilusionado» al comprobar que hay «voluntad real» de construir el tren. 

Martín Fernández Prado

Abrir los muelles. El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria también ha llamado al consenso y a tomar decisiones de forma unánime que tengan vigencia a largo plazo. Defiende además que, tras años de planificaciones que no tuvieron consecuencias prácticas, ha llegado la hora de actuar de forma que los coruñeses se beneficien. Así este año, de acuerdo a lo planteado también por el Ayuntamiento, quiere abrir los muelles de Trasatlánticos y Batería a los ciudadanos; y el de Calvo Sotelo en el 2021. 

Francisco Toledo Lobo

Promotor de la alianza. Aunque en la cumbre fue crítico con los errores del pasado y el incumplimiento de los convenios del 2004, Toledo Lobo planteó la alianza entre Administraciones para evitar la quiebra del puerto coruñés. Elogió además el potencial de Langosteira y, como Sergio Vázquez, insistió en que se buscarían fórmulas para garantizar la viabilidad de la dársena. 

Ethel Vázquez

La urgencia de la conexión. Fue la más crítica con los resultados de la cumbre, al no cerrarse plazos para ejecutar una obra que tanto el Gobierno gallego como el tejido económico coruñés, consideran urgente e imprescindible. Vázquez ha insistido en que se debe garantizar la obra partiendo del protocolo del 2018. 

Isabel Pardo de Vera

Defensora de la obra. La presidenta del ADIF ha insistido en varias ocasiones en la disposición de su departamento para apoyar la construcción del enlace ferroviario. Pardo de Vera llegó a considerar «inconcebible» y a describir como una «temeridad» que el puerto exterior no contase con esa infraestructura. La presidenta, que también hizo llamamientos para evitar la «confrontación» administrativa, recordó que el ADIF, ya cuando ella era directora general, colaboró en la redacción del proyecto del tren aunque no había ningún convenio que obligase a ello.