La pesca gallega enfila un año de estabilidad pese al recorte del 20 % en la merluza de Gran Sol
PESCA Y MARISQUEO
El cerco celebra que le permitan volver a capturar jurel de forma dirigida al norte de Fisterra, pero prefiere no lanzar las campanas al vuelo mientras no se concrete cuántas toneladas le asignarán
12 dic 2024 . Actualizado a las 04:45 h.Con el temporal azotando duramente el caladero del Mediterráneo, la flota gallega del Atlántico asistió en calma chicha al debate sobre los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas de pesca para el 2025, que en la madrugada del jueves pactaron los ministros de Agricultura y Pesca de los Veintisiete. Tampoco hacía demasiada falta ponerse a la capa, porque la propuesta de partida, por una vez, tenía más luces que sombras para la pesca gallega. Luz la que se abre al norte de Fisterra, donde se volverá a permitir la pesca dirigida de jurel. Es la gran noticia, sobre todo para el cerco, aunque este segmento de flota prefiere no lanzar las campanas al vuelo hasta conocer de cuánta cantidad dispondrá, porque si «son esas 6.000 e pico que anunciou o ministro, non chegan para todo o Cantábrico», apunta Manuel Suárez, portavoz de Acerga. Y es que en el último año en el que les permitían pescarlo adrede, que fue en el 2021, solo los barcos adscritos a esa asociación capturaron más de 6.000 toneladas. Al sur de Fisterra el tajo es grande, del 66 %, pero al fin y al cabo, en esas latitudes ya no son capaces de encontrarlo. Tal es así que a estas alturas apenas han consumido un 15 % de los 47,5 millones de kilos asignados para el 2024. Por eso que de los 14,6 que tendrán el año que viene sobrarían la mitad, si se repite el mismo patrón de pesca.
Las sombras, las que se ciernen sobre la merluza del Gran Sol. Ese stock ha salido de la última negociación con un tajo del 20 %, que viene a sumarse a los recortes que ya ha sufrido en anteriores negociaciones. Y el tijeretazo no ha sido mayor «gracias a los británicos, porque por la Comisión se segaba un 28 % a las posibilidades de pesca», critica Juan Carlos Corrás, gerente de la coruñesa Pescagalicia.
De Celeiro y Burela salen siete de cada diez merluzas que se venden en Galicia. Son los más afectados por la reducción de la cuota de esa especie en Gran Sol. Sergio López, gerente de la OPP Puerto de Burela, advierte que el próximo año «pode complicarnos a vida» si la Justicia comunitaria libra a los pincheiros de las 87 vedas a la pesca de fondo. Ahora no pueden faenar ahí, donde capturaban el 30 % de sus cuotas, pero si les permiten regresar se quedarían escasas las 15.914 toneladas que tienen para todo el 2025.
Visto que este año la flota nacional no ha logrado coger una tercera parte de la merluza que podía en Gran Sol, «para nós a redución xa está descontada», sostiene Jesús Lourido, gerente de la OPP Puerto de Celeiro, confiando en poder «seguir resistindo ata o esperado repunte do stock da pescada norte».
Desde Burela y desde Celeiro aplauden la «boa noticia» de la reapertura de la pesca dirigida de jurel de Fisterra hacia el norte, aunque aguardan las consecuencias del recorte del 22 % en la xarda. Y de otro tanto en la bacaladilla. Y a saber con qué reducciones vienen para el bocarte, especie para la que el 16 de este mes se espera la recomendación científica sobre su total admisible de capturas. Si a eso se añade que está por definir el cupo que habrá de sardina, y que los ecos que llegan hablan de una fuerte caída de las posibilidades de pesca, puede que se esté fraguando un temporal como el que este diciembre ha afectado al Mediterráneo.
Por el momento, en el Puerto de Vigo se quedan con ese «soplo de aire fresco que tanta falta hacía» con la apertura del jurel y con las caídas contenidas del rape y el gallo de Gran Sol, dice Edelmiro Ulloa, director gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi). No resta, no obstante, importancia a ese recorte de la merluza en Gran Sol, pero agradece que se haya peleado para que no fuese mayor, como proponían los científicos y Bruselas.
Mazazos y alegrías
Ulloa hablaba de un 50 % de cal y otro 50 % de arena (independientemente de cuál sea el malo y cuál el bueno). Un mazazo se compensa con una alegría. Ocurre en el caso de la cigala. Cae en Porcupine, pero se mantiene en el golfo de Vizcaya. Se duplica en la unidad funcional 31, que queda frente a Asturias y donde faenan arrastreros gallegos, pero se mantiene cerrada la de la unidad funcional 25, justo frente a Galicia. Un absurdo que en Pescagalicia no logran comprender, pues lleva años vedada y sin presión pesquera y no se da recuperado.
Las buenas noticias afectan también al besugo. No son tan buenas como para anunciar que se puede hacer pesca dirigida, pues continuará como captura accesoria, pero al menos se ha esquivado el TAC cero, que traería numerosos problemas de estrangulamiento a la flota.
También es positivo, sobre todo para la bajura, que se haya consolidado el aumento del cupo de abadejo, que la UE subió en octubre tras analizar los informes socioeconómicos.
Basilio Otero, presidente de las cofradías españolas, también considera que, salvo por la bajada en la merluza de Gran Sol, Galicia y su flota no han salido mal paradas de la negociación. Por ahora.
Casi 900 millones por las 253.000 toneladas de cuotas en aguas atlánticas
Sumando las posibilidades de pesca asignadas en Bruselas a la flota española que faena en el Atlántico, en el Ártico y en Terranova, el próximo año podrá capturar más de 253.000 toneladas de especies reguladas por totales admisibles de capturas (TACs). Solo como referencia, en primera venta generarían casi 900 millones de euros en la costa atlántica. Sería el resultado de aplicar el precio medio de 3,51 euros por kilo para el conjunto de especies subastadas en las lonjas gallegas este año. A esta estimación hay que añadirle los ingresos por pescados sin TAC ni cuotas.