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Varapalo colectivo a la imagen de los pescadores que pintan desde Bruselas

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un pesquero de bajura recogiendo las nasas en la costa coruñesa el pasado febrero
Un pesquero de bajura recogiendo las nasas en la costa coruñesa el pasado febrero CESAR QUIAN

Seis consejos consultivos la tildan de «simplista» y alejada de la realidad

18 ago 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

Siendo el lituano Virginijus Sinkevicius comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, a la Comisión Europea se le ocurrió «analizar las esperanzas, los temores y las expectativas» de la menguante población que intenta vivir del mar en los Veintisiete. Con idea de explorar cómo serán los pescadores europeos en el 2050, contrató a Tetra Tech, consultora que lidera un estudio en el que participan como socios Poseidón Aquatic e Ipsos. Aunque los resultados no se prevén hasta final de año, los doce retratos que pintaron desde Bruselas han disgustado a los profesionales que pretendían describir. Casi inédito es el varapalo colectivo de seis de los once consejos consultivos que asesoran a las autoridades europeas en pesca: «Estos perfiles parecen bastante simplistas y no captan plenamente la realidad completa y diversa del sector pesquero de la UE».

«Se han omitido perfiles claves relevantes», subrayan los presidentes de los consejos consultivos de Mercados (MAC, por sus siglas en inglés), Aguas Occidentales Australes (CC Sud), Flota de Larga Distancia (LDAC), Aguas Noroccidentales (CC ANOC), Pelágicos (PelAC) y Mediterráneo (Medac) en una comunicación oficial enviada a Charlina Vitcheva, directora general de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea.

Resolver problemas actuales

«No es realista pensar hoy en los pescadores del futuro en el 2050, cuando no somos capaces de analizar si, en la situación actual, podremos llegar al 2025 o al 2030 con un sector suficientemente sólido y sostenible», añade la misiva que firman los gallegos Yobana Bermúdez, Sergio López e Iván López, presidentes del MAC, CC Sud y LDAC, junto a Emiel Brouckaert, Sean O’Donogue y Antonio Marzoa, al frente del CC ANOC, PelAC y Medac. Ante las numerosas «dificultades» que afronta la pesca europea, opinan que «lo razonable sería tratar de corregirlas ahora, no en el 2050».

Con el tono que suele caracterizar la correspondencia comunitaria, comienzan expresando su «satisfacción» por el proyecto Pescadores del Futuro, como lo bautizó la Comisión. Bien porque lo consideran «un medio para recopilar valiosos datos socioeconómicos sobre el sector pesquero de la UE y mejorar el conocimiento sobre la composición del sector».

Ahora bien, prosiguen, incluso apoyando la iniciativa, «se han planteado dudas en relación con la metodología desarrollada por los consultores, así como con los resultados» publicados. La imagen de los pescadores que transmiten desde Bruselas suscita «especialmente dudas» porque algunos sectores «parecen no estar representados, tanto en términos de cobertura como de segmentos de flota». Tildan de «bastante limitada» la información en la que se basa, «menos de 200 respuestas», y creen que «debería reflejar proporcionalmente la distribución geográfica y los contextos socioeconómicos de las actividades pesqueras y de los distintos segmentos de flota».

«Preocupados por la claridad»

«Se han omitido perfiles claves relevantes», insisten, por «la falta de consulta con los pescadores de España, Francia, Bélgica, Países Bajos o Irlanda». Por tanto, sugieren «ampliar la encuesta para incluir los principales puertos pesqueros y sectores no cubiertos». También revisar los retratos «para reflejar mejor la estructura y distribución de la flota pesquera actual de la UE». Con ánimo de contribuir a «un compromiso más profundo de todas las partes interesadas», se declaran «encantados de facilitar estas encuestas adicionales».

Los seis consejos consultivos se muestran «preocupados por la transparencia y la claridad de los objetivos del proyecto, incluidos los resultados de las entrevistas cualitativas sobre el terreno, el estudio y la organización de los talleres» con el sector. Convencidos de que se «ha dificultado la participación» en esos encuentros, abogan por procurar «el máximo nivel» de asistencia, «intercambio de información y consultas significativas durante las próximas fases» del proyecto.

«Esencial la diversidad»

Proponen «examinar y analizar detenidamente las tendencias actuales y pasadas que pueden afectar al futuro del sector pesquero y explorar diversos escenarios basados en el peso cambiante de estas tendencias». Por ejemplo, «cómo contribuirán los pescadores del futuro a la seguridad alimentaria y a garantizar el suministro de productos del mar al mercado de la UE, al tiempo que se aborda su papel en los objetivos medioambientales que está obligada a alcanzar».

Concluyen que resulta «esencial que la diversidad de toda la flota de la UE se tenga en cuenta y esté representada en este importante proyecto, garantizando la pertinencia y el valor añadido de los resultados».

Una docena de retratos en la que no se ven representados

La llamada de atención de los seis consejos consultivos se explica porque no se ven representados en la docena de perfiles iniciales de Pescadores del Futuro. Los retratos parten de unas 200 entrevistas con profesionales del sector y de las aportaciones de organismos comunitarios y nacionales, de investigadores y de entidades vinculadas a los pescadores, según los autores.

A las mariscadoras gallegas las definen como «el orgulloso pescador de a pie», con una media de 40 años y que les «encanta la aventura y esos momentos aire libre» que les dan «ingresos modestos y estacionales, pero siempre son un extra bienvenido».

Pintan como «el pescador desilusionado» a los de entre 50 y 60 años que pescan con anzuelo en barcos de menos de 12 metros en el Mediterráneo, el Mar Negro o el Báltico.

A los armadores, con una edad media de 50 años, los describen como «el pescador corporativo», que percibe «mucha más incertidumbre en el sector» y cuyo «principal objetivo y preocupación es la rentabilidad».

Como «el pescador innovador 2.0» dibujan a dueños de barcos de menos de 15 metros «con formación vocacional específica en pesca» y que están «cambiando la imagen de la profesión».

«El pescador devoto» ronda los 50 años, faena con redes fijas y de deriva en barcos de entre 10 y 12 metros y representa la pesca «de bajura, generacional y familiar».

A las mujeres de unos 35 años que faenan en barcos de entre 10 y 12 metros «en igualdad de condiciones» con su esposo las llaman «el pescador rompedor».

Universitarios que ha comprado barcos de menos de 12 metros para pescar en el Atlántico, el Canal de la Mancha y el Mar del Norte son «el pescador optimista», a quien el mar «da el estilo de vida más libre que querían».

«El pescador del péndulo» ronda los 40 años, «se siente impotente y se concentra en mantener a flote su pequeño negocio pesquero» en el Báltico.

Jóvenes de entre 25 y 30 años, «desesperados por ganar algo de dinero para mantenerse como puedan», serían el modelo de «el pescador oportunista».

«El pescador itinerante» es el inmigrante de África o del sudeste asiático cuya «prioridad son los salarios».

«Como no sabe mucho más que pescar», lo que llaman «el pescador adaptativo» combina pesca y turismo para «compensar el déficit de capturas».

Y «el pescador periférico» faena en la costa atlántica, índica o caribeña y «puede preocuparle» el impacto de la eólica marina».