Los eólicos marinos frente a Navia y sus cables afectan a la pesca de A Mariña y de Asturias
PESCA Y MARISQUEO
Abei Energy e Infraestructure S.L. ha presentado ante el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) el proyecto para dos parques de energía eólica marina frente a la costa de Asturias, a unos 29 kilómetros de Navia y Tapia.
Nombrados como Poniente I y Poniente II, uno con 29 turbinas de 15 MW y con una capacidad total de 435 MW, un área de ocupación de unos 80 kilómetros cuadrados, situada en el lecho marino entre 100 y 200 metros y ubicado en la zona de uso prioritario NOR-7; y otro con 32 turbinas de 15 MW y con una capacidad total de 480 MW, área de ocupación de unos 105 kilómetros cuadrados, situado en el lecho marino entre 160 y 220 metros y ubicado en la zona de uso prioritario NOR-6.
En el proyecto se dice que se han tenido en cuenta, entre otras cuestiones ambientales, los caladeros de pesca. Menos mal que los han tenido en cuenta, ya que no sabemos si es que aunque los nombran quieren decir que no existen o que prácticamente no les afecta. Pero, a saber, entre otros se verán afectados Las Tiberias, Calvario del Este, La Sierra, Sierra de Oviedo, La Vallona, Playon, Cantal y Calvario del Oeste.
Por lo tanto, los artes afectados serán arrastre de fondo, palangre de fondo, palangre de superficie, volanta, rascos, cerco, linea o cordel, cebo-vivo y cerco entre otros. Lo que repercutirá en las principales especies objetivo de estos artes y aparejos, como merluza, gallo, rape, juliana, besugo, palometa roja, virrey, pulpo, langosta, lubrigante, centolla, bonito, jurel, bacaladilla, caballa...
Pero lo más llamativo del proyecto es el cableado marino de evacuación de energía o cable submarino, que desde los mencionados polígonos recorren en dirección SSW o SW, en un caso unos 60 kilómetros y en el otro unos 80, hasta tierra firme, en Cangas de Foz, y que además de verse afectados algunos de los caladeros mencionados anteriormente, tendremos que añadir el Puntal y todos aquellos que quedan por dentro de las líneas base, que en esta zona de la costa gallega, es la que va desde el Hórreo de Tapia hasta el Pie de los Farallones, es decir, todo el golfo de Foz o del Masma. Solo con los cables ocuparían tanto espacio como el de 15,56 y 20,75 estadios de fútbol como el Santiago Bernabeu.
donde en la que faenan las embarcaciones de palangrillo de superficie, pelágico, piedra-bola, de fondo, betas, volantillas, volantines, trasmallos, miños, palangre de fondo, de superficie, volanta, rasco, cerco, nasa para nécora-camarón, pulpo, langosta, bogavante, centolla y con sus especies objetivo, como: lubina, sargo, aguja, abadejo, maragota, congrio, faneca, merluza, salmonete, caballa, lenguado, sardina, jurel, rape, juliana, pulpo, nécora, camarón, centolla, choco...
Entre toda la información facilitada en el proyecto, no observo el Atlas de la Flota de Bajura del Litoral de Galicia (2000-2018) realizado por la Unidad Técnica de la pesca de Bajura (UTPB) de la Consellería do Mar de la Xunta de Galicia y que continua desde 2018 hasta día de hoy realizando los embarques como observadores o muestradores en dicha flota, teniendo información actualizada de los lances de las embarcaciones.
Los mencionados cables submarinos, según indica el proyecto, correrán por encima del lecho marino o se enterrarán. La investigación que he realizado, basándome en otros estudios sobre estas tecnologías, lo normal es que se lleven por el fondo del mar y solo en los últimos kilómetros (2-3) se entierran con zanja. Como también hemos conocido en otros proyectos se acotará una zona, de media milla a ambos lados del cable, de protección, es decir, se prohíbe en este caso la pesca, me imagino de todos los artes y aparejos que tengan contacto con el fondo, siendo en un caso de 111,12 kilómetros cuadrados y otro de 148,16. Vamos otras zonas a mayores de las 87 cerradas para la protección de los espacios marinos vulnerables.
Otra cuestión, no menor, se realiza la información de organismos científicos, como por ejemplo, el Instituto Español de Oceanografía, pero ¿se ha realizado por la empresa alguna filmación de los fondos marinos, tanto de la zona de los polígonos como del recorrido de los cables submarinos; es decir, se han realizado o realizadas inmersiones a través de un batiscafo o de drones de alta resolución tripulados desde embarcación (ROV)? Que sepamos no.
Cada vez es más coherente el informe del Tribunal de Cuentas (TC) de la UE, cuando dice «No creen que la eólica marina sea inocua para el ecosistema. La Comisión no ha valorado las posibles consecuencias ?ni las positivas ni las negativas- de instalar esas renovables en el mar, como el desplazamiento de especies, los cambios estructurales de las poblaciones, la disponibilidad de alimento o la emigración. (...) La expansión por Europa de las renovables marinas, será perjudicial para el medio, tanto por debajo como por encima del nivel del mar. (...) La revolución azul de la UE no debería emprenderse a cualquier precio: las renovables marinas no deben dar lugar a un grave daño social o medioambiental».
Por todo lo anterior, tanto las empresas de la eólica marina como el Miteco, siéntense a dialogar, como marca el objetivo del Observatorio de la Eólica Marina de Galicia, en un encuentro de análisis para la búsqueda de la coexistencia y compatibilidad del potencial desarrollo de la eólica marina en Galicia con todas las actividades existentes, con especial atención a las actividades marítimo-pesqueras. Algunas empresas ya lo saben, conocen y están en el Observatorio con las Consellerías de Economía, Mar y Medio Ambiente, así como con el sector pesquero (cofradías de pescadores y Consello Galego de Pesca) y el sector industrial (con representantes de Asime).
Esperemos que el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, la Conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, y el Conselleiro do Mar, Alfonso Villares, continúen afirmando que esta industria se debe desarrollar con «mucha inteligencia para garantizar la compatibilidad de esta actividad con la pesca y el entorno ambiental», puesto que «entre las lineas rojas de la Xunta, está la de preservar los recursos pesqueros».