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Adiós al Nuevo San Juan, el barco que ardió en Gran Sol pero no resistió como para volver al mar

S. S. / R. G. R. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

El Nuevo San Juan, entrando en el puerto gijonés de El Musel con dos remolcadores
El Nuevo San Juan, entrando en el puerto gijonés de El Musel con dos remolcadores Jorge Peteiro | EUROPAPRESS

El fuego derritió partes del pesquero burelense, pero no explotó pese a tener unos 40.000 litros de gasoil en sus tanques

30 jul 2023 . Actualizado a las 10:22 h.

Al vídeo del pasado día 2 con el pesquero Nuevo San Juan en llamas que hacía presagiar su hundimiento le siguió otro que revelaba que el pesquero burelense continuaba a flote tras 8 días a la deriva, como un barco fantasma al que incluso se le había perdido el rastro. No deja de sorprender porque no se fue a pique, contra todo pronóstico, pese a la rapidez con la que se propagaron las llamas y a que el exterior del casco y del puente de mando aparecían abrasados. Evidencia clara de su robustez, el barco no resistió tanto como para repararlo y volver al mar. «Á espera do informe definitivo», tras haber analizado la estructura y su interior, los peritos de la aseguradora concluyen que el pincheiro burelense Nuevo San Juan «non é recuperable», explica Sergio López, gerente de la Organización de Produtores Pesqueiros de Burela. Pendiente de ratificar, los técnicos han declarado su «perda total». Será desguazado en el puerto de El Musel, en Gijón, adonde fue remolcado.

Por fortuna, en el siniestro marítimo de ese palangrero de fondo (pincheiro de A Mariña lucense) sus quince tripulantes fueron rescatados ilesos por otro pesquero gallego que se encontraba en las inmediaciones: el vigués Nuevo Confurco. Abandonaron el Nuevo San Juan y saltaron a las balsas salvavidas al comprobar que no podían controlar un incendio cuyas causas están por aclarar. Eso le compete a la Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos (Ciaim), que ya recogido declaraciones de la tripulación para analizar lo sucedido.

Unos 40.000 litros de gasoil

Los detalles que han trascendido sobre el impacto del fuego en el interior del barco confirman su intensidad y las elevadas temperaturas alcanzadas. No solo aparecieron derretidas distintas estancias, sino también partes metálicas, algunas «de aceiro», explica el gerente de la organización que representa al armador Demetrio Paleo.

Tras el incendio, y después de perderle la pista al Nuevo San Juan durante unos días, profesionales del mar coincidían al apuntar que podría haberse hundido. Entre otras razones, porque sus tanques de combustible guardaban miles de litros. Ahora trasciende que navegaba con entre 30.000 y 40.000 litros de gasoil. No los alcanzaron las llamas por la robusta estanqueidad de la zona del casco donde se situaban. Importante para que no se fuese a pique también fue el buen tiempo de los primeros días de julio en la zona marítima donde ardió, entre el oeste de la Bretaña francesa y el sureste de Irlanda.

El Nuevo San Juan, a la deriva en aguas francesas
El Nuevo San Juan, a la deriva en aguas francesas

Ahora que los peritos de la aseguradora Mapfre concluyen que no el barco no es recuperable para continuar en activo, queda concretar las indemnizaciones con un armador a quien el fuego le arrebató su único barco. Del desmantelamiento del Nuevo San Juan y de la gestión de los residuos se ocupará la empresa autorizada y ubicada en El Musel.

Cumplía veinticuatro años en este 2023 ese pincheiro burelense, cuidado y mantenido con esmero por su propietario. Construido por Armón Burela, medía 31,5 metros de eslora, su arqueo era de 320 toneladas y lo propulsaba un motor principal de 848 caballos de potencia.