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La cigala «colapsa» en las Rías Baixas

Pedro Rodríguez Villar
Pedro Rodríguez VIGO / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

CAPOTILLO

Un informe científico advierte que su población tendría que multiplicarse por 50 para ser sostenible. Las ventas han caído un 90 % desde el 2001 en Vigo

13 may 2023 . Actualizado a las 20:28 h.

La cigala va camino de la desaparición en las Rías Baixas y en el norte de Portugal. La especie colapsa y su número no deja de decrecer, de acuerdo a un informe en el que han participado los centros de Vigo, A Coruña, Cádiz y Santander del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) en colaboración con sus homólogos de Suecia, Dinamarca y Portugal. «Su biomasa (peso total de todos los peces maduros de la población) se tendría que multiplicar por 50 para llegar a un rendimiento sostenible con su explotación pesquera», indican en el estudio. La situación es la peor del norte de la península, por ejemplo, en las Rías Altas su población tendría que multiplicarse por diez para ser sostenible y en el Cantábrico por dos.

Si se observa el portal de estadísticas de Pesca de Galicia se constata el decrecimiento de la explotación del crustáceo. En el área metropolitana de Vigo solo se ha vendido cigala en la lonja del Berbés desde 2001. Los barcos no desembarcaron ninguna en puertos de importancia como el de A Guarda, Cangas, Moaña o Baiona. En esa misma base de datos también se constata el decrecimiento de la cigala en la lonja de Vigo. En 2001 se vendieron casi 107.00 kilogramos del crustáceo, mientras que en 2022 solo 15.128, un 86 % menos. Lo mismo ha ocurrido con los ingresos derivados de su venta, a principios de siglo se facturaron 1.143.106 de euros, mientras que el año pasado la cifra fue de 108.102 euros, un 90 % menos y muy lejos de la especie estrella de la lonja, el rape, que generó en 2022 más de 23 millones de euros.

Cabe destacar que las cigalas que se venden en la lonja del Berbés desde 2017 ninguna es de Galicia. La pesca del crustáceo está vedada en las costas de la comunidad desde ese año y la gran mayoría proviene del Gran Sol.

Además de Vigo, solo el puerto Marín ha registrado descargas de cigala en las Rías Baixas desde el 2001. El decrecimiento también es muy pronunciado, paso de 173.696 kilogramos a solamente 712 en 2022, un 99 % menos. Lo mismo ha pasado con la facturación, si a principios de siglo era de más de dos millones de euros, el año pasado no llegó ni a los 2.000.

El estudio del IEO también avisa que cada vez se está capturando cigala a profundidades mayores, lo que podría indicar «la contracción de la población tras el agotamiento». Además, añade otra problemática afirmando que la pesca afecta sobre todo a ejemplares grandes «lo que podría provocar una selección genética que ralentizará el crecimiento, potenciará la reproducción en tallas menores y, por tanto, reducirá la fecundidad».

El que fue hasta el año pasado secretario xeral de Pescagalicia, Torcuato Teixeira, y ahora asesor de la Federación Nacional de Cofradías, explica que los datos expuestos no se corresponden con la realidad. Según Teixeira las cifras que extraen de los patrones de arrastreros indican que «a cigala non está nunha situación crítica». «É moi difícil para un patrón ter que dicirlle a súa tripulación que teñen que devolver un recurso ao mar que lles aparece nas redes en abundancia», expone, añadiendo que «la veda a la cigala complicó mucho las campañas de verano». El asesor de las cofradías también incide en que el decrecimiento de la población de cigala desde hace cuarenta años no se debe a la pesca, sino que se corresponde con «o cambio climático, a acidificación do mar ou a desastres como el del Prestige», aunque los expertos del IEO coinciden en que «la pesca parece la causa principal» del colapso.