Eólica marina y pesca en el noroeste: por una equitativa coexistencia
PESCA Y MARISQUEO
Con dos años de retraso, el Gobierno español ha aprobado —por exigencia de la Unión Europea— los «planes de ordenación del espacio marítimo» (POEM). Una tardanza debida, por una parte, a la complejidad que supone ordenar, por primera vez en la historia, más de un millón de kilómetros cuadrados a lo largo y ancho de las aguas de soberanía española; y, por otra parte, porque en su elaboración han surgido algunos conflictos.
Por lo que se refiere a Galicia, en la redacción de uno de los cinco POEM, el que corresponde a la demarcación marina del noroeste (compartida con Asturias, Cantabria y País Vasco), desde el comienzo se puso de manifiesto un potencial conflicto entre dos usos marinos: el tradicional de la pesca extractiva y el futuro de la eólica marina. A lo largo de estos últimos años, los representantes de ambos colectivos han desarrollado una intensa actividad en defensa de sus respectivos intereses: la Plataforma en defensa de la pesca y de los ecosistemas marinos y el Foro eólico marino.
Uno de los objetivos de los POEM es el de «minimizar los conflictos», promover la «coexistencia de actividades y usos pertinentes», así como el «reparto socialmente equitativo del acceso a los usos». El Ministerio de Transición Ecológica y del Reto Demográfico, encargado de su elaboración, ha intentado conciliar las exigencias de los colectivos en conflicto: los recelos de los pescadores ante la previsión de «zonas de alto potencial» para la eólica marina en sus caladeros tradicionales y las peticiones de los promotores de la eólica marina sobre ampliación de dichas zonas. El resultado final —que se refleja en los POEM ya publicados en el BOE— es que más de la mitad de la superficie que reserva en toda España como «zonas de alto potencial de eólica marina» (2.688,6 del total de casi 5.000 kilómetros cuadrados) corresponden a la demarcación marina del noroeste; una demarcación en la que existen más de 300 caladeros de pesca identificados y donde faenan cerca de 5.000 embarcaciones. Por tal motivo, no puede sorprender la honda preocupación generada en los pescadores gallegos, sabedores e que donde hay una potencial concentración de parques eólicos marinos se puede limitar y dificultar su trabajo.
Estamos convencidos de la necesidad de cumplir los objetivos de descarbonización —mediante la promoción de las energías renovables (también las marinas)— y vemos como una grandísima oportunidad para la industria naval gallega el desarrollo de tecnologías sobre la energía eólica marina en todo el mundo, que ya es una realidad. Pero, en nuestra demarcación marina del noroeste —la que afecta a Galicia—, defendemos una ordenación marina razonable y una coexistencia equitativa entre la energía eólica marina y la pesca que no comprometa, más de lo que está, el futuro del sector pesquero, que ha sido —y sigue siendo— uno de los principales integrantes de nuestra economía azul y seña de nuestra identidad.