Iván López: «Si esto se aplica a los tractores, tendrían que parar todos y dejar crecer hierba en el campo»
PESCA Y MARISQUEO

El presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo augura que la fórmula elegida por la Comisión para limitar el arrastre va a crear muchas diferencias y agravios entre flotas de distintos países miembros, aparte de ser contraria a los tratados
28 ene 2023 . Actualizado a las 04:45 h.El anuncio de este plan de acción fue precisamente lo que alumbró la EBFA, la Alianza Europea de Pesca de Fondo. Su presidente, Iván López, hablaba ayer de lo absurdo de un documento (que todavía no es oficial pero del que apenas le cabe duda de que será tal y como ha trascendido) pensado solo para satisfacer a las oenegés que llevan tiempo cargando contra el arrastre, dado que tiene el formato «de recomendación y no de obligación legal». Pero precisamente es esa fórmula que se ha elegido la que hace augurar agravios comparativos, dado que serán los Estados miembros los que decidirán las acciones y, por tanto, no habrá homogeneidad. «Habrá países que lo tomarán en un sentido estricto y otros que buscarán cumplir lo esencial, como ocurre con las normas de control», explica.
López conmina a la Comisión a que haga un desarrollo legislativo apropiado, porque lo que está haciendo de esta forma es saltarse al Consejo y al Parlamento» y, por tanto, incumplir los tratados de la UE.
El presidente de EBFA aludió también a la falta de rigor científico de una propuesta inspirada en la filosofía de las oenegés, que es la de no tocar para nada el fondo marino para que se regenere, cuando no funciona así. El arrastre no faena en todos los fondos, sino siempre en los mismos. ¿Por qué no se le deja seguir explotando esas zonas?», pregunta. «Si esto se aplica mañana a los tractores, tendrían que parar todos y dejar crecer la hierba en los campos».

Los países deben decir a Bruselas en julio cómo vetarán el arrastre en áreas sensibles
Recoge la Comisión Europea en ese borrador de plan de acción marina que se ha filtrado que pretende «acompañar al sector pesquero en su transición hacia prácticas pesqueras más sostenibles y resilientes». Pero más que acompañarlo, lo empuja. El tiempo dirá hacia dónde, pero el sector, tras conocer el borrador que ha trascendido, está convencido de que el fin de ese camino es el abismo. Al menos para el arrastre.
Este segmento de flota, que esquivó de refilón las limitaciones de las 87 vedas instauradas en el Atlántico porque afecta a profundidades de 400 a 800 metros —en las que no opera—, es blanco directo de las medidas de limitación incluidas en ese plan de acción que bebe de la Estrategia Biodiversidad 2030 y que persigue que cuando llegue ese año el 30 % de las aguas marinas de la UE estén declaradas áreas marinas protegidas (AMP). Este documento establece claramente la expulsión progresiva de las artes de fondo móviles de esos espacios declarados sensibles. Porque, insiste, «la pesca de arrastre de fondo, es una de las actividades más extendidas y dañinas para los fondos marinos y sus hábitats asociados».