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Cuotas, falta de tripulantes y escasez de marisco lastran al sector del mar de Barbanza

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

MARCOS CREO

Los profesionales auguran un 2023 difícil, que ya arrancó torcido con la veda del jurel

19 ene 2023 . Actualizado a las 18:02 h.

Comienza un nuevo año y es momento de hacer balance, pero también de hablar de previsiones sobre lo que está por venir. Y en lo que al sector del mar se refiere, el 2022 recibió un aprobado con nota, tal y como demuestra el resultado de la facturación en las lonjas de la comarca, que aumentó un 5 % con respecto al ejercicio anterior para situarse en 76,1 millones de euros y seguir caminando hacia las cifras de la era precovid. Pero hacia el 2023 todos miran con recelo, augurando que vienen meses complicados sobre los que planean serias amenazas, entre las que destacan las cuotas pesqueras, la falta de relevo generacional y la escasez de marisco en las rías.

«Xa empezamos con mal pé». Lo dice Emilio Queiruga, el patrón mayor de Porto do Son, refiriéndose a la parada biológica que prohíbe la captura de jurel desde Fisterra hasta Noruega y que afecta especialmente a la flora cerquera. A la espera de conocer por cuánto tiempo se prolongará esta medida, el responsable del pósito sonense quiere mostrarse optimista: «Van aumentar as cotas da sardiña e da xarda, e confiamos en que unha cousa compense á outra».

De momento, la falta de tripulantes que afecta a otros puertos gallegos parece que no se deja notar en el de Porto do Son: «Os do cerco son barcos que pescan bastante ben e non hai problemas para atopar traballadores. Agora vimos de solicitar cursos para que a xente nova se anime a formarse e garantir así o relevo xeracional».

Con más pesimismo encara el 2023 José Antonio Pérez, patrón mayor de Ribeira y presidente de la Federación Galega de Cofradías: «Vai ser un ano de moita loita, porque temos bastantes frontes abertas». Se refiere, entre otras cuestiones, a la prohibición de pescar jurel, que afecta en el puerto local a una treintena de embarcaciones pertenecientes a las flotas del cerco y el arrastre.

Veto a la pesca de fondo

Las cuotas son para Antonio Pérez la principal amenaza del sector pesquero. Menciona también el impacto del veto a la pesca de fondo en 87 zonas del Atlántico, cifrando en un 40 % la merma que han experimentando las capturas. El porcentaje es a nivel Galicia y, por fortuna, desde la lonja de Ribeira señalan que, por lo menos de momento, apenas se ha notado: «Estamos á espera do que pase coas campañas da cabala e do xurelo, pero de momento non houbo un descenso notorio no volume de especies», apuntó el gerente de las instalaciones, Fernando Carreira.

A las restricciones para capturar determinadas especies, José Antonio Pérez añade, como grandes amenazas, los proyectos que se están presentando para la instalación de parques eólicos, destacando, por ser una zona de pesca de la flota barbanzana, el previsto para la parte exterior de las Cíes. El ribeirense sí ve un problema en la falta de tripulantes: «Hai barcos que non poden saír ao mar por carecer de traballadores».

Desde Portosín, Isaac Gaciño coincide en apuntar hacia las cuotas como la gran amenaza del sector pesquero de Barbanza para el año que acaba de empezar. Explica que el veto al jurel supone para la flota de esta localidad una gran estocada: «Este é un peirao de cerco e dependemos fundamentalmente de dúas especies, a sardiña e o xurelo, polo que perdemos a metade dos beneficios». Confía en que un aumento del cupo de la sardina ayude a los 24 barcos que integran la flota local: «Solicitamos cinco mil quilos por embarcación e día, e estamos á espera de resposta. Se fora así, igual poderiamos sobrevivir». En caso contrario, apunta a un imprescindible aumento del precio de dicha especie.

Los efectos del agua dulce sobre el bivalvo, un temor en aumento

Igual que los pescadores, también los mariscadores miran con desconfianza hacia el futuro más inmediato. En el caso de la ría de Arousa, hace ya años que el marisco va a menos, una tendencia a la que no se ha conseguido poner freno. La última campaña tampoco ha sido buena en Muros-Noia. En ambos casos, el temor por los efectos de la entrada de agua dulce va en aumento en un invierno que está siendo especialmente lluvioso.

«Algo está pasando cos desoves na ría de Arousa e non sabemos o que é, porque estamos sementando pero é pouco o bivalvo que vai arriba. Mentres non fagan un estudio serio deste problema e se adopten medidas para solucionalo non conseguiremos reverter a tendencia». Así ve el panorama Miguel Ángel Iglesias, patrón mayor de la cofradía de Rianxo.

Desde el pósito de Noia, Adelo Freire tampoco se muestra demasiado optimista: «A situación a día de hoxe non é boa, porque hai bastante mortalidade pola baixa salinidade, sobre todo nas zonas de marisqueo a pé. De cara á vindeira campaña, todo dependerá dos desoves».