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Ningún país de la UE puede importar pescado de Camerún

Somos Mar REDACCIÓN/ LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

«La Comisión ha actuado con firmeza» con la tarjeta roja impuesta a Camerún, sostiene el eurocomisario Virginijus Sinkevicius (imagen de archivo)
«La Comisión ha actuado con firmeza» con la tarjeta roja impuesta a Camerún, sostiene el eurocomisario Virginijus Sinkevicius (imagen de archivo) STEPHANIE LECOCQ / POOL

Tarjeta roja de la UE al país africano por no cooperar contra la pesca ilegal

10 ene 2023 . Actualizado a las 04:50 h.

Por la «incapacidad» del Gobierno de Camerún de «garantizar un control adecuado de la flota pesquera nacional y de adoptar las medidas correctoras necesarias para la paralización y prevención de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR)», la Comisión Europea acaba de cerrarle el mercado comunitario a los productos de la pesca procedentes de ese país africano. Imponerle la tarjeta roja significa que no podrán entrar en los Veintisiete, el mayor importador mundial de pescado, aunque los acrediten «certificados de captura validados por las autoridades nacionales».

Tras advertir el pasado febrero a Camerún de que podría ser considerado «país no cooperante» en la lucha contra la pesca ilegal, la Unión Europea (UE) da un paso más en su propósito de «garantizar que solo los productos de la pesca capturados legalmente» lleguen a su mercado. Un comunicado difundido por la Comisión incide en que, pese al aviso de meses atrás, el país africano «ha seguido registrando embarcaciones pesqueras que faenan fuera de sus aguas, incluida una de pesca INDNR, y no existe un seguimiento de sus actividades». Dicho de otro modo, significaría que ampara bajo su bandera a barcos de capital foráneo sin controlarlos.

Aun así, la Comisión anuncia su intención de «proseguir su diálogo con las autoridades camerunesas para ayudar al país a subsanar las deficiencias detectadas». Si bien ya ha acordado que los Estado miembros «denieguen la importación de productos de la pesca» procedentes de Camerún, le propondrá al Consejo Europeo incluirlo en la lista de países no cooperantes.

Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, subraya la voluntad de la Comisión de «continuar dialogando con Camerún para hacer frente a las amenazas que plantea la pesca INDNR para la sostenibilidad de las poblaciones de peces, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de los pescadores y las pescadoras que cumplen las normas». En el mismo comunicado destaca la «firmeza» comunitaria en la sanción al país africano.

La medida más severa

La tarjeta roja es la medida más severa de la UE contra terceros países. Antes de cerrarle su mercado único, los advierte con una tarjeta amarilla cuando tiene pruebas de que no coopera plenamente en la lucha contra la pesca INDNR. Se abre en ese momento un diálogo formal en el que la Comisión y el Estado amonestado colaboran para resolver todas las cuestiones que suscitan preocupación. «En la mayoría de los casos, este diálogo funciona bien, y puede suprimirse» la tarjeta amarilla, explican desde la Comisión.

Desde finales del 2012, la Comisión ha impuesto tarjetas amarillas a 26 países, pero «en la mayoría de los casos se ha observado un progreso significativo» y se han anulado. «Solo unos pocos no han manifestado el compromiso necesario y no han tomado medidas para corregir las deficiencias detectadas». Por la información que difundió en diciembre del 2019, 6 de los 25 procedimientos iniciados hasta esa fecha habían dado lugar a una tarjeta roja. Por no haber «adoptado medidas necesarias», entonces mantenía cerrado el mercado único a pescado de tres países: Camboya, Comoras y San Vicente y las Granadinas.

La UE apoyó en Cites a otro país amonestado, Panamá

Por segunda vez desde el 2014, a finales del 2019 la UE amonestó a Panamá con una tarjeta amarilla. En ese momento había detectado «graves deficiencias en los mecanismos establecidos por el país para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales como Estado de abanderamiento, rector del puerto, ribereño y de comercialización».

Aun así, la Comisión secundó el pasado noviembre a ese país centroamericano e hizo suya la incorporación de la tintorera (quenlla) a la lista mundial de especies amenazadas del apéndice dos de la Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Supone que solo se puede comercializar con un certificado, lo cual condiciona la actividad de cerca de un centenar de espaderos gallegos, para los que esa especie de tiburón representa el 60 % de sus capturas.

La UE respaldó a Panamá pese a que el panel de expertos de la FAO (Agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) sostiene que nada justifica incluir al tiburón azul (Prionace glauca) en la lista de especies amenazadas y a que la secretaría de la Iccat (Convención para la Conservación del Atún Atlántico), gestora de esa pesquería advierte que limitar el comercio de este escualo porque pueda confundirse con otros no contribuirá a proteger a los que realmente sí están en una situación delicada. Los representantes comunitarios tampoco tuvieron en cuenta a los científicos que acreditan que no hay sobrepesca de tintorera en los océanos Atlántico, Pacífico ni Índico.