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El Congreso aprueba la Ley de Pesca Sostenible, que adelanta la jubilación de las redeiras

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

cedida

Reduce del 10 al 5 % la reserva de cuotas que se hacía el Estado y actualiza los criterios de reparto para primar a las artes más sostenibles y la creación de empleo y riqueza

23 dic 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

La Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera superó ayer la prueba del Congreso al recibir 190 votos a favor, 4 contra y 150 abstenciones (entre ellas las del PP y BNG). Es, sin embargo, un punto y seguido en el proceso, pues su tramitación continúa en el Senado, donde distintos grupos políticos ya anunciaron que intentarán de introducir las enmiendas que ahora no se han incorporado.

Entre las aceptadas que han modificado el texto está la relativa al porcentaje de cuotas de pesca que se reserva el Estado. En el proyecto inicial el 3 % que ahora se autoasigna el Gobierno pasaba a ser del 10 %, pero tras las enmiendas presentadas se ha rebajado al 5 %. Es decir, de todas las toneladas que reciba España en el reparto de cuotas, cinco de cada cien se las reservará el Ministerio de Agricultura y Pesca para cubrir situaciones extraordinarias, como finalización de acuerdos pesqueros, paralización de flotas o la necesidad de dar cabida en una pesquería a buques sin historicidad en ella. Esta última cuestión también levanta ampollas entre algunos grupos políticos, que sostienen que atenta contra la seguridad jurídica.

El texto mantiene también la expropiación de cuotas a aquellos armadores que no las utilicen, poniendo así fin a la especulación con las cuotas de pesca y coto a los «armadores de sofá», en palabras de la socialista Ariagona González. Asimismo consolida el mecanismo de optimización de cupos, por el que en el último trimestre se reparten las posibilidades de pesca no utilizadas y actualiza los criterios de reparto para priorizar las artes pesqueras más sostenibles, la creación de empleo y la aportación a la economía local. En definitiva, «se abre a más agentes, reparte riqueza entre el sector y protege a los trabajadores», dijo González.

La ley, que sustituye en parte a la del 2001, introduce coeficientes reductores para las redeiras, neskatillas, empacadoras y buceadores en apnea, que podrán ahora ver adelantada su jubilación al reconocerse la penosidad de su trabajo. También se han incorporado tres enmiendas del BNG para elaborar un catálogo de enfermedades profesionales, garantizar el voto de los marineros embarcados y promover los convenios colectivos en el sector. No obstante, el diputado del BNG, Néstor Rego, se abstuvo en la votación al no ver recogidas aspiraciones importantes, como la modificación de la estabilidad relativa, el reconocimiento de la alta dependencia de Galicia de la pesca, o la aplicación de coeficientes reductores al colectivo de Gardacostas de Galicia. Precisamente, este colectivo se concentró ayer en A Coruña en protesta por el veto del Gobierno a esta enmienda de la ley.

Sin Planas delante

En este tramo de la tramitación se han incorporado cinco enmiendas al articulado y 48 transaccionales, «ni el 25 % de las presentadas», hizo ver el diputado popular Joaquín García Díez, que reprochó la ausencia en el hemiciclo del ministro de Pesca, Luis Planas, que, recordó el del PP, en su día dijo que era la ley más importante de la legislatura.

Para Díez, aunque han pasado más de veinte años por encima de la anterior, no era el momento oportuno para presentar esta ley, dado que se está a las puertas de una reforma de la política pesquera comunitaria y, además, no la demandaba el sector y que, por encima, «no aporta herramientas para abordar los principales problemas del sector pesquero». Además, cree que no aporta seguridad jurídica, sino todo lo contrario, y faculta al Gobierno para «gestionar las posibilidades de pesca según su conveniencia».