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«Daño irreversible» si siguen las 87 vedas que causan pérdidas del 32 % a pincheiros

S. S. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Datos de 21 pincheiros de Gran Sol de Burela, como este, certifican las pérdidas en los primeros 50 días del veto a toda la pesca de fondo en 87 áreas de España, Portugal, Francia e Irlanda
Datos de 21 pincheiros de Gran Sol de Burela, como este, certifican las pérdidas en los primeros 50 días del veto a toda la pesca de fondo en 87 áreas de España, Portugal, Francia e Irlanda PEPA LOSADA

La flota de Burela acredita en su recurso judicial el «impacto muy grave» y demanda la anulación del veto

21 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando venció el plazo para recurrir ante el Tribunal General de la UE (TGUE) el veto a toda la pesca de fondo en zonas de España, Portugal, Francia e Irlanda; Charlina Vitcheva, directora general de Asuntos Marítimos y Pesca en la UE, reconocía implícitamente en una comunicación oficial que la Comisión las impuso sin las consultas científicas y socioeconómicas preceptivas que ahora anuncia. A esa conclusión llegan dirigentes del sector como Sergio López, gerente de la Organización Productores Pesqueros Puerto de Burela, la única flota que impugna judicialmente las 87 vedas. Su recurso no incluye el documento remitido por Vitcheva, la segunda del eurocomisario Virginijus Sinkevicius, porque no era público, pero sí acredita que si no se anulan causarán «daños irreversibles» a los palangreros, los más perjudicados por una medida ideada en el 2016 contra el arrastre. Solo en los primeros 50 días les ha restado un tercio de las capturas y de los ingresos a los pincheiros.

Con ese nombre se conoce a los palangreros demersales de Gran Sol, 48 de los 88 buques con bandera de España que quedan en esos caladeros. El «impacto muy grave» lo documenta Puerto de Burela con las cifras de 21 pincheiros, el 44 % de los españoles. Por tanto, es extrapolable a los 48 y a los alrededor de 40 de propiedad española y pabellón de Francia, Irlanda o el Reino Unido, también expulsados de parte de sus caladeros históricos.

Barcos en «grave risco»

Comparar las cifras desde el 9 de octubre —cuando entró en vigor el veto— hasta el 30 de noviembre con las del mismo período del 2021 y del 2020 certifica pérdidas mínimas del 32 % en el mejor de los escenarios. Puerto de Burela solicita la anulación. De momento no reclama compensaciones económicas porque si la Justicia no las suspende cuanto antes será tarde. De nada les valdrán a pincheiros cuya viabilidad económica «está en grave risco», subraya Sergio López. Trabajar a pérdidas no sale a cuenta nunca y en ningún sector. Pero en la pesca, el amarre de un buque porque no es rentable suele suponer su desaparición definitiva.

«Estudios y datos acreditados por diversas entidades» completan los argumentos de la única demanda del sector. Coinciden con algunos revelados de la otra, la que presentó el Gobierno español ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

«Non nos deixa outra opción»

La flota reclama la derogación de los apartados que delimitan los 87 espacios de entre 400 y 800 metros de calado donde se prohíbe pescar con cualquier arte en contacto con el fondo por proteger ecosistemas marinos vulnerables, tanto si existen como si se supone que puede haberlos.

Cuestiona la legalidad porque se aplica a todas las artes basándose en el impacto del arrastre, sin distinguirlo del pincho, pese a que uno recorre con redes el fondo marino y el otro solo lo toca por tramos con los pequeños anclajes de las líneas de anzuelos. Alega igualmente que el veto «vulnera os principios de non discriminación e de proporcionalidade» porque los espacios vedados son más extensos en el sur que en el norte, debido a las coordenadas geográficas.

«Pensamos que este conflito se podía resolver pola vía política e pola da razón, pero a Comisión non nos deixa outra opción que a xurídica porque porfía en manter un erro moi grave que ataca a nosa frota», lamenta el gerente de Puerto de Burela.