Patrocinado porPatrocinado por

La cumbre de la ONU decide si limita la pesca en un tercio de los océanos

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Imagen de archivo de un atunero con las redes de cerco
Imagen de archivo de un atunero con las redes de cerco GREENPEACE

Greenpeace llama a los países a «aumentar su ambición» en la segunda semana de negociaciones

21 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Continúan este lunes en la sede de la ONU en Nueva York las negociaciones del Tratado de los Océanos, un nuevo intento de alcanzar un acuerdo global para proteger las zonas marítimas situadas a más de 200 millas (unos 370 kilómetros) de la costa. Los representantes de los países debaten cómo preservar el 30 % de la alta mar de las actividades humanas de aquí al 2030. La oenegé Greenpeace, que reclama santuarios marinos «libres de actividades destructivas como la pesca y la minería en aguas profundas», cree que en la primera semana «se estancan» posibles acuerdos.

En opinión de ese colectivo ambientalista, por «la falta de voluntad política o la reapertura de puntos del tratado ya cerrados». Pilar Marcos, responsable de océanos de Greenpeace en España y miembro de la delegación de esa oenegé en Nueva York, considera que los delegados de las naciones «se están comportando como si tuviéramos otra década para seguir discutiendo, pero no es así». 

«El mínimo absoluto necesario»

«El tiempo se acaba para nuestros océanos», prosigue el comunicado publicado por Greenpeace. Pilar Marcos advierte que «si no logramos un tratado en el 2022, será prácticamente imposible» hacer realidad dentro de ocho años la preservación de casi un tercio de los mares del planeta. «Los científicos dicen que este es el mínimo absoluto necesario», por lo cual llama a los Gobiernos de los distintos países a «aumentar su ambición de concluir esta negociación enviando a sus ministros a la segunda semana de conversaciones para asegurar un tratado ambicioso».

Según esa oenegé, «un Tratado de los Océanos débil o ninguno haría que fuera prácticamente imposible» alcanzar la meta que se marcan los ambientalistas y la propia Unión Europea.