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Illinois rebautiza la carpa para ver si así hay alguien que se la coma

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Foto de archivo de carpas capturadas en un embalse gallego años atrás
Foto de archivo de carpas capturadas en un embalse gallego años atrás FORXAN

De carpa a copi, el cambio de marca de un pez invasivo a una opción saludable de pescado

22 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Por más que la carpa, según sus defensores, sea un pescado tan saludable como muchos otros y de valor gastronómico considerable, lo cierto es que hay latitudes en las que tiene muy mala fama y sus paladares reacios a probarla. Y ese es uno de los pocos rasgos en común que tienen las papilas gustativas gallegas y las de los de Illinois. En que donde esté una merluza o un rodaballo —aquí— o un atún —al otro lado del Atlántico—, que se quite una carpa, sea plateada, dorada, herbívora o cualquier otra variedad.

Y quizá no en Galicia, pero en Illinois, ese rechazo constituye un gran problema porque las autoridades de ese estado norteamericano confiaban en ese poder depredador que demuestra el humano en cuanto se pone a comer para contener el avance de una plaga como es la carpa asiática, una especie invasora que amenaza con llegar a los Grandes Lagos y provocar un desastre medioambiental.

Desde luego si se abre un mercado para esta especie, oferta no va a faltar, apunta el subjefe de pesca del Departamento de Recursos Naturales de Illinois, Kevin Irons, en declaraciones a la publicación SeafoofSource. Basta apuntar que la carpa es ya el 70 % de la biomasa del río Illinois. Tanto confían las autoridades del estado en el estómago de los norteamericanos que no han dudado en ponerse en manos de una consultoría medioambiental, que a su vez encargó a una agencia de comunicación una campaña para convertir la carpa en un pescado apetitoso para el consumo humano. Y esta, lo primero que hizo fue proponer un cambio de nombre a la carpa. Copi se llama ahora. Por copious (copioso). A ver si así cuela.

Nick Adam, de Span Studio, el grupo con sede en Chicago que tuvo la idea, explicó a la citada publicación que antes de proponer acciones realizaron una encuesta y resultó que el 85 % de los más de 350 residentes de Illinois consultados habían oído hablar del pez. Sin embargo, solo el 5 % lo había probado. Pero lo principal es que cuando citaban lo que buscaban en un pescador resulta que la carpa atesoraba todas esas características.

El cambio de nombre se acompañó de un cambio de imagen, con la creación de un logotipo reconocible y un sistema de identidad característico: una gran C de que se come a la o, a la que se le ha puesto una cola de pez dentro de la inicial de copi. Y un lema: Eat well (come bien).

De esa guisa se pretende que copi se convierta en sinónimo de estilo de vida responsable y un planeta más saludable, atrayendo a ciudadanos conscientes, consumidores responsables, distribuidores, chefs, minoristas...

Cruzan los dedos para que surta efecto: «Qué gran éxito sería reducir eso a solo 10, 15 o 20 por ciento, y hemos demostrado con los esfuerzos de la agencia que esto es posible», expuso Irons.

No es la primera vez que en Estados Unidos recurren a un cambio de nombre para atraer consumidores. Ya lo hicieron con la merluza negra, el preciado Dissostichus eleginoides, que en España se conoce también por róbalo de profundidad. Allí se cambió por lubina chilena. Y el reloj anaranjado se llama ahora baba, que puede que suene bien a orillas del afluente del Misisipi, pero que no atrae para nada a quienes tienen cerca el Miño.