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La flota pide un veto comercial a Noruega por autoasignarse xarda

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un arrastrero de litoral abriendo el copo con xarda capturada en el noroeste español (foto de archivo)
Un arrastrero de litoral abriendo el copo con xarda capturada en el noroeste español (foto de archivo) A.J.P.

Europêche y Eapo cargan contra Oslo y Feroe por apropiarse unilateralmente del 55 % de la cuota recomendada por los científicos

27 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Noruega y las islas Feroe han vuelto a las andadas. Se han autoasignado la cuota de caballa que les viene en gana tomando como medida la que necesita su flota y aferrándose a que hay mucha en sus aguas en un determinado momento del año. Como si eso no ocurriese en Galicia y el resto del Cantábrico, donde los pescadores año tras año rechinan los dientes al tener que pararse a contemplar cómo la xarda pasa ante sus ojos sin poder echarle el anzuelo por falta de cuota.

Y, por encima, los vecinos de caladero —el regulado por la Comisión de Pesquerías del Atlántico Nororiental (Neafc, por sus siglas en inglés)— justifican ese acopio unilateral cargando la responsabilidad sobre la Unión Europea y el Reino Unido. Al menos es lo que hace Noruega. «Es lamentable que los Estados costeros aún no hayan llegado a un acuerdo sobre la distribución de la población de caballa», dijo el ministro de Pesca, Bjørnar Skjæran, al anunciar su decisión de fijar una cuota de caballa de 278.222 toneladas, el 35 % del total recomendado por los científicos. Además, envuelve esa decisión unilateral en papel verde al subrayar que es un 7 % menos que el año pasado, lo que pone verde, pero de ira, a la flota comunitaria.

Ni duda cabe de que el proceder de los países árticos, que redundan en su actitud del año pasado, ha reabierto heridas en la flota comunitaria, que aún no ha acabado de restañar las de la campaña pasada. La patronal europea, Europêche, y la de organizaciones de productores pesqueros, Eapo, han pedido de nuevo «una respuesta inmediata de la UE para evitar que Noruega y las islas Feroe» persistan en su «comportamiento insostenible e irresponsable», para evitar la sobrepesca de la población de caballa del Atlántico nororiental. Azuzan tanto a la Comisión como al Consejo para que hagan uso de todas las armas políticas, diplomáticas y, sobre todo, comerciales, que son las que más escuecen, para que desistan de asignarse xarda de más.

Desventaja para barcos de la UE

Primero, porque perjudican a las «empresas responsables de la UE, que corren el riesgo de verse en desventaja por hacer lo correcto». Y lo segundo porque lo que se ha cogido un país y lo que se ha asignado el otro —el 35 % y el 19,6 % de lo que proponían los científicos— suman casi un 55 %. «Continúan pescando a los mismos niveles irresponsables e irrealmente inflados que el año pasado, cuando ambos países aumentaron sus cuotas en un 55 %, apunta Europêche.

Eso significa que, aunque los Estados ribereños han establecido las posibilidades de pesca totales para el 2022 de acuerdo con el asesoramiento científico (794.920 toneladas), las capturas totales volverán a ser mucho más altas debido a que Noruega y las Feroe van por libre y pescarán más de lo que estaría permitido sobre la base de la última acciones acordadas. Solo la UE y el Reino Unido, explican Europêche y Eapo, se apegan a las cuotas que le corresponderían de seguir en vigor el pacto de distribución vigente hasta hace dos años.

Y como la flota ya conoce cuál suele ser la reacción de Bruselas, se apresta a advertir al Ejecutivo que no vuelva a ser pusilánime. «La solución no es sentarse y dejar que la UE compense la imprudencia de los demás haciendo que su flota pesque menos, lo que a su vez perjudica aún más la posición de mercado de la industria de la Unión Europea», apunta Tim Heddema, presidente de la flota pelágica de la UE. Heddema recuerda que la Unión Europea tiene muchas opciones para responder de forma contundente a lo que califica de «comportamiento inaceptable». Y «su poder como el principal mercado para las exportaciones de productos del mar de los otros Estados costeros» es el arma más dañina que tiene y que reclama que use. Además, con vistas a futuras negociaciones sobre la distribución, la UE debe dejar claro que no aceptará que la sobrepesca actual cuente en el caso de tener que valorar las capturas históricas.