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Solo un barco gallego entre los 49 del norte que pueden pescar atún rojo, a la venta en la lonja de Vigo desde el 2019

Somos Mar REDACCIÓN/ LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Pesca de atún rojo con almadrabas en Barbate (foto de archivo)
Pesca de atún rojo con almadrabas en Barbate (foto de archivo) Román Ríos | Efe

Los pesqueros de cebo vivo se reparten casi 1,18 millones de kilos, y a los boniteros y palangreros de superficie les reservan 10.332 para capturas fortuitas

25 may 2022 . Actualizado a las 04:46 h.

Al 2009 se remonta la primera venta de atún rojo registrada en lo que va de siglo en las lonjas gallegas. Desde el 2019 hasta ahora, se comercializa con cierta regularidad en la de Vigo, el único puerto gallego autorizado para descargas de uno de los túnidos más apreciados y, sobre todo, más valorados. Fresco, en las pescaderías donde se ofrece ronda los 50 euros el kilo. Si bien los de las almadrabas del Estrecho de Gibraltar son los más famosos y, en menor medida los de los cerqueros del Mediterráneo, también la flota del norte español pesca Thunnus thynnus. Hasta 1,18 millones de kilos, el 19,36 %, de los 6,09 millones de kilos asignados este año a España, pueden capturar con cebo vivo 49 buques; solo uno de ellos con base en Galicia.

A finales de los años 40 del siglo pasado sitúan los investigadores la introducción en Euskadi de esa modalidad de pesca, también empleada en la campaña del bonito del norte (Thunnus alalunga); en concreto, en Hondarribia, donde tienen su base 14 de los 34 vascos con cuota de atún rojo. Otros 13 operan desde Guetaria, 4 desde Orio y los otros 3, desde Ondárroa, Lequitio y Pasajes. Otros 14 son de Cantabria: 1 de San Vicente de la Barquera, 3 de Laredo y 5 en Colindres, los mismos que en Santoña. En el sector son conocidos como tanqueros porque en las cubiertas llevan esos recipientes para guardar vivas las sardinas, bocartes o jureles que emplean como carnada.

Hasta finales de la década de los ochenta del siglo XX aún quedaban en A Mariña lucense algunos boniteros de cebo vivo, pero esa modalidad desapareció hasta que tres años atrás intentó recuperarla en esa pesquería desde Galicia el Madre Consuelo. No es ese el barco gallego autorizado a la captura de atún rojo, sino el Sin Querer Tres, un cerquero de 28 metros de eslora y un arqueo de 131 GT con base en Portonovo (Pontevedra). De acuerdo con el reparto de la Secretaría General de Pesca, puede capturar 5.125 kilos de ese túnido.

Capturas accesorias

Los barcos gallegos que están a punto de iniciar la costera del bonito también podrán descargar atún rojo fresco del Atlántico. En su caso, igual que en el de los palangreros de superficie que faenan hasta 80 millas de la costa, después de solicitar y recibir la autorización de Pesca, únicamente se les autorizarán capturas accidentales. Como los de cebo vivo, han de declarar y registrar cada una de las piezas, con un tope de 10.332 kilos a repartir entre esas dos flotas. A ningún otro pesquero se le permite pescar ese túnido conocido por el color de su carne.

Solo puede descargarse en Vigo

Todos los barcos autorizados a la pesca dirigida de atún rojo deben realizar una declaración diaria, indicando número de piezas y posiciones. Cada pieza llegará a los mercados con etiquetas donde se indica la fecha, zona y arte con el que ha sido capturado. Además de la lonja de Vigo, en el noroeste español se permiten descargas de Thunnus thynnus en las de Gijón, Laredo, Pasajes, Bermeo, Guetaria, Hondarribia y Ondárroa.

Desde el 2019 hasta ahora, en el mercado marinero vigués se han comercializado casi 172.000 kilos de atún rojo, según las estadísticas oficiales de PescadeGalicia. Antes de tasas e impuestos, el kilo se pagó a una media de 7 euros. Por años, en lo que va del 2022 se vendieron unos 5.000 kilos, a un promedio de 12 euros; el año pasado, más de 14.000, a casi 9; en el 2020, más de 70.000, a cerca de 6; y en el 2019, más de 82.000 kilos, a 7 euros.