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La Ley de Pesca Sostenible adelanta la jubilación de mariscadores y rederas

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

M.MORALEJO

La medida supone que 4.700 trabajadores del mar gallegos se retiren antes

18 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera. Es la segunda vez en poco menos de un año que el texto legislativo pasa por el cónclave ministerial. En esta ocasión llega con una nueva redacción que incorpora la larga retahíla de correcciones hechas por el Consejo de Estado, algunas aportaciones del sector y las oenegés durante la exposición pública, y las situaciones sobrevenidas que ha habido en ese espacio de doce meses, como el Pacto Verde, la estrategia De la Granja a la Mesa o el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Incluso incorpora, a sugerencia del Ministerio de Inclusión, una modificación del régimen de protección social de los trabajadores del mar para adelantar la edad de jubilación a las mariscadoras y percebeiros, e incorporar un coeficiente reductor para varios colectivos de profesionales —mayoritariamente con mano de obra femenina— que aún no tenían reconocida la penosidad de su profesión: las rederas, las neskatillas y las empacadoras. A estos se suman los buzos profesionales, que tampoco disfrutaban de esa protección social.

Todos esos colectivos se beneficiarán de un coeficiente reductor del 0,15, lo que supone que podrán retirarse casi cuatro años antes de la que sería la jubilación ordinaria.

Las mariscadoras de a pie y los percebeiros ya tenían reconocida la penosidad y se les aplicaba un 0,10 a la edad mínima para recibir la pensión, lo que les permitía retirarse con hasta dos años y medio de antelación. A partir de la aprobación de la ley, que todavía tiene por delante la tramitación parlamentaria, se les aplicará el 0,15, el mismo coeficiente reductor con el que redeiras, neskatillas y empacadoras, que llevaban años demandando retirarse antes, entran en el listado de colectivos del mar a los que se les reconoce la penosidad. De esta manera, quedan asimilados a marineros que trabajan a bordo de embarcaciones de hasta 10 toneladas de registro bruto (10 TRB).

Este cambio beneficiará, según el Ministerio de Agricultura, a unas 5.300 personas. En Galicia, la mejoría afectará a unos 4.700 trabajadores, de acuerdo con fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Ley obsoleta

Que por fin se vea reconocida la dureza de profesiones ligadas al mar que no se desarrollan a bordo de una embarcación ha puesto el foco en el departamento de Escrivá más que en el de Luis Planas, ministro de Agricultura y Pesca que ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, desgranó las novedades de una ley que viene a actualizar la de Pesca Marítima del Estado, arrollada por veinte años de cambio y evolución en el sector pesquero.

En aquel 2001 la sostenibilidad era un concepto todavía en pañales. Ahora que lo ha invadido todo, se convierte en un pilar fundamental, junto al de la investigación pesquera, ambos en el apellido de la nueva ley. Pero es una sostenibilidad observada en «una triple perspectiva: ambiental, social y económica», en busca de un «equilibrio entre la conservación del medio marino y el desarrollo de una actividad pesquera que sea rentable y atractiva para el emprendimiento empresarial y el necesario relevo generacional».

Para empezar clarifica los requisitos para pescar: disponer de un barco inscrito en el registro general de la flota pesquera, tener una licencia y estar adscrito a un censo, que además ordena por caladero nacional, comunitario e internacional. Y actualiza los criterios de reparto de posibilidades de pesca para incluir algunos como el menor impacto sobre los recursos o la contribución a la economía local.

Reparto de cuotas

Otro de los aspectos en los que profundiza es en la transmisión de cuotas, tanto temporales como definitivas, entre buques y armadores con dos objetivos: por un lado favorecer la planificación empresarial y, por otro, optimizar el uso de las cuotas de pesca y los días de esfuerzo que se asignen a España. Así, consolida el sistema que ya se aplica por el que cada año, en septiembre y octubre, se redistribuyen por segmentos de flota y caladeros los cupos de aquellos que no van a poder consumirlos antes de finalizar el ejercicio y mantiene, como en el primer texto, la posibilidad de expropiar los derechos de pesca de aquellos armadores que no los exploten y se dediquen exclusivamente a la especulación y a fines mercantiles, no pesqueros.

Crea el Foro Asesor de Pesca, con Administración, sector y oenegés

Al igual que en la primer redacción, la ley regula por primera vez el acceso a los recursos genéticos en el mar, consolida las reservas marinas y crea una tasa para su uso, y pone bajo la lupa la pesca recreativa, para la que crea un registro de embarcaciones y se regula la actividad en aguas exteriores.

Permanece también en el texto ahora aprobado la adopción del enfoque ecosistémico en la gestión pesquera —que trasciende la actividad extractiva para tener en cuenta elementos como la contaminación marina, el cambio climático y las especies invasoras— y la necesidad de que los informes científicos incorporen evaluaciones socioeconómicas, aparte de las puramente biológicas.

Lo que sí aparece como nuevo en este segundo intento de Ley de Pesca Sostenible es el Foro Asesor de Pesca, en el que participarán las autoridades pesqueras, el sector —Planas citó a Cepesca y a la Federación Nacional de Cofradías— y la sociedad civil, representada en las oenegés. Se reunirá de forma periódica y será órgano de consulta, elaboración y seguimiento de la política pesquera.