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Galicia mima a su pulpo para que críe y en Bretaña preocupa su reaparición

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Pulpos frescos, genuinamente gallegos, en la lonja de Malpica en julio del 2020, el peor año de la historia en Galicia en ventas de ese cefalópodo
Pulpos frescos, genuinamente gallegos, en la lonja de Malpica en julio del 2020, el peor año de la historia en Galicia en ventas de ese cefalópodo ANA GARCIA

La pesca gallega lo deja reproducirse y la gala teme que le coma el marisco

09 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Como casi todos los años durante los últimos treinta, Galicia renunciará a su pulpo fresco para permitirle criar. Coincidiendo con su pico reproductivo, cuando en primavera las hembras ponen las huevas y empiezan a cuidarlas hasta que eclosionan tras el verano, los pescadores gallegos mimarán durante seis semanas a un icono gastronómico que seduce paladares cada vez en más países. Más al norte, en zonas de Bretaña (Francia) asisten con inquietud a la sorprendente reaparición del Octopus vulgaris. Desaparecido en esas aguas medio siglo, a finales del 2021 las capturas en Francia aumentaron un 615 % y los ingresos un 1.238 % respecto al 2020, según el Observatorio Europeo del Mercado de los Productos de la Pesca y la Acuicultura (Eumofa, por sus siglas en inglés).

Aun reconociendo que puede resultar rentable, Pascal Lecler, presidente del comité pesquero en el departamento francés de Ille y Vilaine, expresaba en el diario Le Pays Malouin su preocupación porque el octópodo «es un depredador excepcional» y lo ven como una amenaza para las langostas, vieiras y volandeiras que pesca su flota. Y es que crustáceos y moluscos son unos de sus alimentos preferidos.

Con un ciclo de vida de alrededor de veinticuatro meses, los pulpos que caen en las nasas u otros aparejos suelen haber nacido el año anterior. Su escasez o abundancia la relacionan los investigadores con el afloramiento, un proceso natural que entre primavera y verano llena de vida y alimento las costas de Galicia, y en el que influye el cambio climático, que a su vez repercute en la temperatura, la salinidad o la acidez de las aguas.

Sobre la repentina e inesperada abundancia de ese cefalópodo en las costas francesas, Eumofa apunta que «queda todavía por explicar», si bien pone el acento en que «los principales factores pueden estar ligados al cambio climático y a la variabilidad ambiental, dada la sensibilidad de esta especie a las cambiantes condiciones hidroclimáticas».

Xulio Valeiras, investigador del Instituto Oceanográfico de Vigo, explicó en un foro del proyecto Cephs and Chefs que el pulpo es «muy sensible» a los cambios medioambientales, pero también «muy resistente desde el punto de vista de su capacidad de su recuperación». Obviamente, la pesca también es otro aspecto relevante, aunque considera «muy complejo distinguir» cómo y cuánto incide cada factor.

Constatado que la «abundancia depende en grande medida das condicións ambientais que actúan sobre o recrutamento», la Consellería do Mar y los pescadores gallegos acordaron «protexer a súa reprodución» vedándolo desde el próximo día 20 hasta el 4 de julio. Durante este tiempo ni profesionales ni recreativos podrán capturar ni uno solo.

«Para evitar que continúe nos próximos anos a caída da reproducción», tras el nefasto 2020, el peor año de la historia en descargas en Galicia, Mar introduce en el plan de explotación medidas para evitar la sobrepesca y la saturación de los mercados cuando los naseiros vuelvan a capturarlo. Por eso desde julio hasta final de agosto el tope de capturas por barco y día serán 210 kilos, y a partir de ahí, 350.

Renació de sus cenizas y se paga mejor en las lonjas

Además de a los factores medioambientales, la caída de ventas de pulpo en Galicia en el 2020 se atribuyó a que ese año solo le concedieron cuatro semanas para criar y reproducirse, un medida excepcional para intentar ayudar a la flota a paliar el impacto del confinamiento y otras severas restricciones de los primeros meses de pandemia. Tras vedarlo el año pasado durante nueve semanas, renació de sus cenizas, las capturas se recuperaron y, además, se paga mejor en las lonjas.

Datos de PescadeGalicia indican que en lo que va de año se han subastado más de 856.000 kilos, por un valor de casi 8 millones de euros, a una media por kilo de 9,29 euros, sin tasas ni impuestos. En ese período del 2021, antes de recuperarse, sumaron 555.000 kilos y 4,5 millones, a 8,15 euros; y en el 2020, 617.000 kilos, 4,47 millones y 7,26 de precio medio..

Por la escalada general de costes de producción, agudizada desde que Vladimir Putin comenzó la invasión de Ucrania, el pulpo, igual que la mayoría de los productos, alcanza ahora precios vistos pocas veces. Fresco o congelado, gallego o de importación, el kilo ronda los 20 euros. Según los investigadores del proyecto Cephs and Chefs, Galicia aporta alrededor de la cuarta parte del que se consume en España y el resto procede de Marruecos, Mauritania o Portugal.