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Oenegés afirman que el arrastre de fondo perdura «en el 86 %» de áreas Red Natura

Somos Mar LA VOZ/ AGENCIAS

PESCA Y MARISQUEO

Foto de archivo de un pesquero entrando en el puerto de Burela
Foto de archivo de un pesquero entrando en el puerto de Burela PEPA LOSADA

Contradicen a la flota, intensificando su campaña contra ese arte pesquero y exigiendo su prohibición en esas zonas

24 feb 2022 . Actualizado a las 14:02 h.

Oenegés ambientalistas europeas exigen a la Unión Europea (UE) la «protección real» de las áreas marítimas incluidas en la Red Natura 2000, a través, por ejemplo, de la prohibición de la pesca de arrastre, que «todavía ocurre en el 86 % de esas zonas». Cepesca, la gran patronal española del sector, afirma que ese arte pesquero «hoy en día ya tiene cerrados todos los lugares del mundo donde existen ecosistemas vulnerables», y lamenta la «demagogia» de quienes, «sin depender de la pesca, ni ellos ni sus familias, lo demonizan con informaciones falsas que generan confusión en los ciudadanos y las instituciones». Contradicen esa versión de la flota los ambientalistas de Oceana, Seas at Risk, Sciaena, Marine Conservation Society, France Nature Environment, Irish WildLife Trust, la alemana Bund y la danesa Danmarks Naturfredningsforening, en un escrito firmado conjuntamente y difundido este jueves del que se hace eco Efe.

Semanas después de que la flota europea se aliase para defender ese método de pesca, se hace pública esta demanda colectiva, coincidiendo con el arranque de la Conferencia Ministerial que se celebra actualmente en Estrasburgo con motivo del 30 aniversario de la Red Natura 2000. Los ecologistas critican la «laxa aplicación de las leyes europeas por parte de los Estados miembros» y, en concreto, la «alta permisividad» con la pesca «destructiva» en entornos incluidos en la Red, una herramienta diseñada hace tres décadas para proteger las especies y los hábitats «más valiosos y amenazados de Europa», recuerdan.

Sin embargo, mientras Natura 2000 abarca el 11,1 % de los mares de la UE, solo el 0,1 % de estos está estrictamente protegido ante «cualquier actividad perjudicial», lamentan en el texto, en el que advierten del riesgo de «alardear de superficie marina protegida», que en España es del 13 %, y dar así «una imagen de éxito falsa», recalcan.

«La mayoría de los espacios marinos Natura 2000 son simplemente líneas en un mapa donde se permiten los métodos de pesca más dañinos, como el arrastre de fondo«, asevera la directora de Políticas y Comunicación de Oceana en Europa, Vera Coelho.

Otras «amenazas importantes»

En 2020, un estudio de su organización reveló que el 70 % de los 3.449 espacios de las zonas marinas protegidas por la Red Natura 2000 experimentó «al menos una amenaza importante«, como el tráfico marítimo, los oleoductos submarinos, las granjas acuícolas, las instalaciones de hidrocarburos en alta mar o la pesca no sostenible. Pese a su elevado valor ecológico, los activistas denuncian que «la mayoría de los hábitats y especies protegidos» en estas áreas se encuentra en un estado de conservación «deficiente», según los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

A su juicio, la solución pasa por prohibir el arrastre de fondo, también rechazado por la Comisión Europea, pero que, conforme a sus cálculos, ocurre en el 86 % del área designada para proteger los hábitats de las profundidades oceánicas. «No solo se trata de la destrucción directa de ecosistemas del fondo marino, de la falta de selectividad del arte ?especies como la gorgonia bambú Isidella elongata, preciosa gorgonia que crece sobre fango, ha prácticamente desaparecido del Mediterráneo debido al arrastre, y está clasificada como en peligro crítico de extinción por la UICN?, sino también de impactos indirectos demostrados”, explica a Efe Silvia García, científica marina sénior en Oceana.

García precisa que, además, los sedimentos que «levantan» a su paso las pesadas redes de arrastre se pueden depositar «en zonas a varios cientos de metros a la redonda, sepultando todo tipo de ecosistemas, como praderas, arrecifes y otros hábitats protegidos». La experta también destaca los efectos de este tipo de pesca sobre el cambio climático, al emitir tanto CO2 como la industria de la aviación: «Los fondos de fango sobre los que se arrastra son grandes acumuladores de CO2, que el arrastre libera, y esto satura el ambiente marino reduciendo su capacidad de absorber CO2 de la atmósfera».

Las oenegé instan al comisario europeo Virginijus Sinkevi?ius y al vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, a «actuar con decisión» para acabar con esta práctica en todas las áreas marinas protegidas a través del próximo Plan de Acción de la UE sobre los océanos y de la futura Ley de Restauración de la Naturaleza, que se esperan para esta primavera.

De lo contrario, sugieren que será difícil lograr los objetivos de conservación que establece la Estrategia 2030 de Biodiversidad: proteger al final de esta década el 30 % de los mares de la UE, y que un tercio de estas áreas quede «estrictamente protegido», es decir, sin acceso para turistas ni para otro tipo de actividad comercial.