El armador, sobre Samuel Gil, muerto en Dakar: «Empezó de joven con nosotros, era un buen chaval»
PESCA Y MARISQUEO
El patrón sufrió un accidente cuando regresaba al barco
12 ene 2022 . Actualizado a las 04:46 h.La muerte en un accidente en el puerto de Dakar del marinense Samuel Gil, patrón del Almirante, en la noche del domingo al lunes, tras caerse al saltar del muelle al barco, conmocionó Marín, su localidad natal, a sus compañeros, y a los responsables de la empresa onubense donde trabajaba desde hacía muchos años. El armador del Almirante, José Ramón Muriel, admitía ayer su gran pesar y profunda emoción al recordarle, ya que era una persona muy apreciada en la compañía.
«Samuel es un empleado nuestro, lleva trabajando en la empresa sobre veinte o veinticinco años. Empezó de joven con nosotros y ahora era patrón del barco insignia de la empresa Herederos de Ángel Muriel», recordó. Con la voz entrecortada por el dolor y el recuerdo, el armador recalcó: «Me emociono un poco, porque él empezó de crío con nosotros, era un buen chaval, un hombre trabajador, muy familiar». Muriel añadió que Samuel había perdido en verano a su madre, una muerte que se lo hizo «pasar muy mal». Ahora le toca a sus compañeros llorarle a él, tras la desgracia acaecida en Dakar.
El armador de Huelva explicó que el barco entró el pasado domingo en el puerto de Dakar, capital de Senegal, «por una pequeña avería». El accidente tuvo lugar en la noche del domingo al lunes, cuando Samuel Gil regresaba a su barco después de cenar con el representante de su casa armadora en el país africano.
«No sabemos a qué hora llegaría, pero desgraciadamente nos lo encontramos en la pasarela del muelle al barco, que había caído, totalmente inconsciente», indicó Muriel. Lo recogió el personal del puerto y lo llevaron al hospital. No se pudo hacer nada más que certificar la muerte del patrón marinense, de unos 50 años de edad. Ayer se estaba pendiente de la autopsia y cuando este procedimiento acabe, el armador señaló que se procedería, a través de la Embajada de España, a repatriar el cadáver, para ser enterrado en Marín.