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El temporal deja huecos en el menú de Nochevieja

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Ana García

Ya fuese por precio, marea, o mal tiempo, hubo poco percebe, menos camarón y faltó rodaballo

31 dic 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

Se acabó la tregua que pescados y mariscos dieron al bolsillo del consumidor por Nochebuena. De nuevo han exhibido músculo en la etiqueta del precio, vigorizados por un temporal que ha marcado la última semana del año. Viento, marejada e incluso luna y las mareas se han aliado para barrer de las mesas de Nochevieja algunos de los productos más buscados. Poco percebe, aún menos camarón, rodaballos contados y besugos que ha vuelto a subirse a la parra. La almeja babosa no ha variado demasiado de tarifa desde hace siete días, pero hay mercados, como el de Carballo, en los que ha cedido terreno en favor de la vieira. Y si es gallega —que este año Cambados ha podido extraerla y eviscerarla—, mejor. Tampoco la volandeira ha subido.

«Por culpa de temporal de estos días hay menos producto, entonces sube el precio», explicaba ayer Ana, de Pescados Fina, en el mercado coruñés de la plaza de Lugo. En su puesto, los percebes se vendían a cien euros, «cuando de ese tamaño, mediano, suelen costar 50». En el mostrador de al lado del suyo, el precio marcaba 120 y eran de Corme. La centolla en Ourense se encareció 8 euros el kilo en una semana, igual que la lubina. Y en Arousa, la cigala solo se comercializaba por encargo.

ANGEL MANSO

La escasez provocada por el mal tiempo era perfectamente perceptible en el mercado de A Magdalena en Ferrol, donde muy pocos puestos de pescado levantaron ayer la reja por falta de género. En Pescados Lano, uno de los pocos abiertos, admiten que han notado la caída de ventas para la hostelería, pero, en cambio, dicen que se está vendiendo bien para consumir en los hogares. Más desanimadas estaban las pescantinas en Ribeira. Bea Maneiro se quejaba de que «a lonxa está pelada», de que la afluencia a la plaza ha descendido y de que tampoco tiene pedidos para la hostelería. En el otro lado de la ría, en Vilagarcía, las placeras admitían que apenas han tenido margen para hacer acopio de mercancía y que ayer en la plaza había más gente sondeando para hoy que otra cosa. Esa ha sido la tónica general, salvo en Carballo, donde la víspera de Fin de Año coincidió con el último jueves de mercado y animó la jornada de compras.

Hasta última hora

Por tradición, suele adquirirse más marisco y pescado para la noche del 24 que para la del 31. Pero que no se haya sabido hasta anteayer qué iba a ocurrir en Nochevieja con la hostelería infunde confianza en los placeros en que hoy haya más movimiento.

Eso sí, el volumen del pedido se verá reducido a causa de las restricciones en el número de comensales, pero también porque el covid va a dejar asientos vacíos en las mesas familiares. «No es lo mismo que se junten muchos familiares para cenar a que lo haga el núcleo familiar», dice Chema Iglesias, de La Pescadería de mi Barrio, en la plaza de abastos de Teis, en Vigo. «Estamos notando una caída de venta en torno al 15 %, aunque sabemos de otros colegas que todavía están perdiendo más», añade mientras empaqueta los últimos envíos de marisco con destino a Madrid. Bultos entre los que no va el percebe: «Ya no lo traemos, porque tendría que ponerlo a 260 euros el kilo», explica. En Lugo, de hecho, se vendían a 220 euros los mil gramos.

En cuanto a pedidos, en la plaza de abastos de Santiago notan que se han retrasado más que otros años, que los clientes han esperado hasta el último momento y que se ha reducido la cantidad porque ha habido bajas de comensales.

Información elaborada por Y. García, C. Devesa, A. F. Cuba, C. Viu, A. Gerpe, R. Estévez, M. Gago, X. M. Palacios, M. Mosteiro, R. Novoa, J. Lamas y E. Abuín.