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Medioambientalistas, ciencia y mar

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

PESCA Y MARISQUEO

Martina Miser

23 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consejera de Pesca insistió una vez más en que «no nos favorece nada la postura medioambientalista de la Comisión» en las decisiones adoptadas por la Comisión Europea respecto a las cuotas de pesca. Y es cierto, siempre ha habido unas posiciones en la Unión Europea donde actúan lobis poderosos, también el ambientalista, que si bien encierran actitudes reivindicativas de la sostenibilidad no siempre los datos en los que las sostienen son soporte de evidencia científica, como se pretende hacer creer.

La gestión ambiental debe equilibrarse de forma paritaria con los aspectos sociales y económicos, y es en ello donde se han sostenido las continuas reivindicaciones de las patronales pesqueras, organizaciones de productores y cofradías frente a los embates ambientalistas. Así, es un lugar común la desconfianza en las razones científicas que soportan la decisión de las cuotas de pesca establecidas año tras año en base a los asesoramientos del ICES. Porque si bien los dictámenes del ICES y las decisiones de la Comisión Europea se someten cada año a una repetida tensión, los resultados en torno a la gestión de las poblaciones marinas reguladas ni sirven para un soporte sostenible de las flotas pesqueras, ni al parecer tampoco para la recuperación de los recursos. En definitiva, la aplicación del «criterio de precaución» a la gestión del medio ambiente y los recursos marinos debe de incorporar la protección de las comunidades que explotan o cultivan dichos recursos, por lo que la evaluación del riesgo para los mismos debe de acompañarse de una estrategia de gestión que minimice los efectos para quienes los explotan o cultivan.

Por ello sorprende que ante esta histórica prevención de la Consejera —y no solo de ella—, contra «los tintes ambientalistas» en la Comisión Europea, uno pueda observar esos mismos tintes en algunas de las determinaciones regulatorias de la Consejería de Pesca, como puede ser aquella relativa a las zonas de reserva de extracción de mejilla, y también en los supuestos argumentos científicos esgrimidos ahora por WWF España, aquella antigua Adena de sólido recorrido en su historia desde la creación del Parque de Doñana, para descalificar como no sostenible el cultivo de mejillón. Porque como sostenía el profesor Mario Bunge, mientras en la vida toda especulación es bienvenida, en ciencia solo la especulación sólida es admisible, e incluso exigible. Los incapaces de especular pueden ser buenos técnicos en la acumulación de datos bajo supervisión, pero no son científicos. Y los incapaces de controlar la especulación sin soporte empírico pueden ser buenos en la ficción, pero no en la investigación científica. Por lo que, cuando se transfieren o utilizan publicaciones científicas o informes y sus resultados a la gestión de la realidad, hay que ser cuidadosos. Salvo que el sesgo ambientalista lo confunda todo o sirva a otros intereses, aquí y en Europa.