Otras 94 toneladas de rape fresco de Gran Sol llegan a Galicia tras cambiarlo por gallo y raya con Bélgica

Al rape, ese apreciado pescado blanco que se arrastra por el fondo marino, lo llaman en Galicia peixe sapo. Nada que ver el aspecto de ese pez de cabeza enorme, en relación con el cuerpo, con el sabor y tersura de la carne de su cola. Es la parte que se come, mientras el cabezón se aprovecha para caldos y sopas. De esa especie tan versátil en la cocina y muy demandada por los pescadores suele andar escasa la flota de Gran Sol. Ahora que las comilonas navideñas disparan la demanda, España ha conseguido 100 toneladas más para acabar el año, de las cuales 94 son para barcos gallegos, la mayoría de Vigo.

El puerto vigués concentra a la mayoría de los 28 arrastreros españoles con licencia para los caladeros comunitarios, si bien también los hay en Ondárroa y A Coruña. Gracias a ese arte pesquero, demonizado por oenegés y criticado por el propio eurocomisario de Pesca Virginijus Sinkevicius, miles de consumidores disfrutan de un pescado que en lo que va de año ha dejado más de 27 millones de euros en Galicia. En las lonjas de la comunidad se han subastado casi 5.000 toneladas, a una media de 5,41 euros el kilo, sin tasas ni impuestos.

A los mercados gallegos podrán llegar de aquí a final de año otras 94 toneladas de rape fresco de Gran Sol porque la Secretaría General de Pesca ha promovido una transferencia de cuotas con Bélgica. A cambio de 55 toneladas de gallo (meiga o rapante) ha conseguido 42,3 de rape y las 57,7 restantes las intercambia por 40 de rayas. Todo el rape procede de los recursos de los caladeros comunitarios de la zona 7, el Mar de Irlanda, el Mar Céltico, el oeste y el suroeste de Irlanda, el banco de Porcupine y los canales de La Mancha y de Bristol.

Así se lo reparten las flotas

Pesca le ha ofrecido las 100 toneladas a las organizaciones españolas de armadores con flota de Gran Sol, que a su vez aportan las de gallo y raya. Todavía no es definitiva la distribución, pero todo apunta a que el rape que llega casi como un regalo navideño acabará en su mayor parte en Vigo. A las 38,10 toneladas que en principio obtiene la asociación Anasol se sumarán parte de las 42,40 conseguidas por Puerto de Celeiro, que se las traspasará a los vigueses a cambio de merluza de Gran Sol. La Organización de Productores Pesqueros (OPP) Pesca Fresca de A Coruña recibirá 7,75 toneladas, la mariñana OPP de Lugo 5,97, la vasca OPP Ondárroa 5,24, la coruñesa Arpesco 0,36, la cántabra Opeca 0,16 y la asturiana Arpacan no participaría.

Además del rape que captura la flota de bandera española en Gran Sol, a los mercados gallegos y españoles llega el de buques de capital gallego que operan en aguas comunitarias y el de la flota del caladero nacional, que este año dispone de 3.272 toneladas.

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