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Una gran ola daña el puente de un barco de Vigo y lo deja a la deriva en Gran Sol

Alejandro Martínez VIGO / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Foto de archivo del Armaven Tres, el arrastrero vigués cuya sala de máquinas ardió el miércoles y que hace tres años quedó sin gobierno en Gran Sol porque una ola destrozó los cristales del puente de mando
Foto de archivo del Armaven Tres, el arrastrero vigués cuya sala de máquinas ardió el miércoles y que hace tres años quedó sin gobierno en Gran Sol porque una ola destrozó los cristales del puente de mando Alejandro Martínez

Partió cristales de seguridad, inundó la cabina y dejó sin gobierno al Armaven Tres, remolcado a Castletown por el Piedras con los diez tripulantes ilesos

01 nov 2021 . Actualizado a las 13:38 h.

Los pescadores conocen lo temible y peligroso que puede llegar a ser Gran Sol en días de fuerte temporal. La solidaridad entre ellos hace que, afortunadamente, muchos sustos no acaben en tragedia. El Piedras, un pesquero de capital gallego con bandera de Reino Unido que opera habitualmente en Vigo, rescató en la madrugada de este domingo al arrastrero vigués Armaven Tres, que se quedó a la deriva con una decena de tripulantes a bordo.

Una ola gigantesca golpeó el puente de mando y rompió los cristales de seguridad que lo aíslan y protegen del exterior. El agua inundó la cabina en segundos y dañó los sistemas electrónicos que coordinan el funcionamiento del barco. El capitán dejó de tener el control y se vio en una situación muy comprometida, quedando sin gobierno en medio de un temporal. Los pronósticos meteorológicos en esas aguas apuntaban mar gruesa, localmente arbolada, y vientos de fuerza 8 y 9 (entre 62 y 88 kilómetros por hora) .

Otro arrastrero de fondo que faenaba en las inmediaciones acudió rápidamente en su auxilio. Desde el Piedras, integrado también en la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), consiguieron lanzarle un cabo y juntos fijaron el remolque con estachas. Pusieron rumbo al puerto de Castletownbere (Irlanda), obrando conforme al reglamento internacional de acudir al puerto más cercano para las reparaciones.

Desde el Armaven Tres comunicaron el accidente a ARVI, desde donde transmitieron un mensaje de tranquilidad a las familias. Afortunadamente, el suceso se saldó sin tener que lamentar daños personales. El presidente de la cooperativa viguesa de armadores, Javier Touza, estuvo en contacto todo el día con el armador, que le confirmó que «la tripulación se encuentra en perfectísimas condiciones». La comunicación estuvo muy limitada, dado que el agua también dañó los sistemas de transmisión del buque.

Anoche entraron en puerto

Navegando por la tarde a unas ocho millas por hora, alrededor de la medianoche del domingo entrarían en Castletown. «Cuando se produce un remolque de un barco a otro se extreman las medidas de seguridad», explicó Javier Touza. Un remolcador del puerto irlandés estaba preparado para salir al encuentro de los dos pesqueros y completar el traslado.

El Armaven Tres, construido en 1997, mide 33 metros de eslora; y el Piedras, de 1976, mide 36. El barco accidentado zarpó el 25 de octubre del puerto vigués del Berbés hacia Gran Sol. 

Javier Touza destacó «la solidaridad de la gente de mar. Todos hemos vivido siniestros y averías, y menos mal que la gente de mar se sirve una gran ayuda y apoyo y eso es una gran lección», manifestó.