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La flota de Barbanza se queda sin jóvenes

Marta Casais
M. Casais RIBEIRA / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

CARMELA QUEIJEIRO

A los armadores les cuesta encontrar relevo para completar sus tripulaciones

07 oct 2021 . Actualizado a las 20:23 h.

El relevo generacional es uno de los problemas endémicos a los que se enfrentan numerosos sectores en Barbanza, pero en ninguno se aprecia tanto la urgencia como en el marítimo. Desde las Administraciones se insiste en promocionar el oficio del mar, con ciclos de formación profesional o charlas en las escuelas, que explican lo necesario y positivo del trabajo, pero los resultados no son los esperados: los jóvenes siguen prefiriendo quedarse en tierra. Explica Isaac Gaciño, patrón mayor de Portosín, que desde las cofradías se intenta en esas jornadas transmitir no solo «lo bonito de trabajar en el mar», sino también «el impacto saludable del pescado en la salud». Aún así, los esfuerzos terminan en nada, y según los últimos datos de la Seguridad Social, los afiliados al régimen especial del mar apenas llegan a los 1.420 en la zona.

Estar en contacto con el mar parece clave en la cuestión generacional. Explica José Vicente, armador, que él desde muy joven acompañó a sus padres en su oficio. «Eu ía nos veráns con eles nos barcos. O esforzo e o oficio do mar xa o tiña moi inculcado», señala. En su opinión, la mayor dificultad a la hora de atraer a los más jóvenes está en la dureza del trabajo. «Aínda o foi máis, pero segue sendo moi duro fisicamente», insiste.

Para Pablo Resúa, de 18 años, que aprovechó los veranos para embarcar, la mayor razón que explica la falta del relevo generacional es la exigencia. «Las faenas de mar son lo más duro», explica: «Levantarse a las cuatro de la mañana y estar hasta la noche currando, tampoco es lo mejor». Este pobrense está ahora estudiando un ciclo de administración, con la esperanza de, en un futuro, tomar el relevo de su padre a cargo de las bateas. «No considero que sea un desprestigio trabajar en el mar, para nada. Es un oficio como otro cualquiera, pero si eres marinero dependes mucho del armador».

Horarios largos en verano

Los trabajos de oficina son preferibles, comenta Resúa, porque en general están más controlados: «En una oficina estás más seguro, sabes cuánto cobras a final de mes, y tus horarios son aquellos y punto. Después de tus ocho horas, tú sabes que te puedes ir».

Los horarios, los sueldos, todo resta, especialmente cuando estás en una época de tu vida en la que quieres disfrutar. «Son traballos moi temporais. Ao mellor pasaches o inverno a velas vir, sen gañar nada», explica Vicente. «Ninguén quere estar no verán e pasar domingos, festivos e máis de 12 horas a traballar». Resúa también lo ve así y comenta que «es complicado salir de fiesta cuando tú te tienes que levantar temprano».

Isaac Gaciño, patrón mayor Portosín: «Trabajar en el mar es duro y bonito, pero necesitas una recompensa»

Las cuotas de pesca son otro de los grandes impedimentos a la hora de renovar el personal de las embarcaciones, explica Isaac Gaciño, patrón mayor de Portosín. El establecimiento de estos topes obliga a que muchos marineros apenas alcancen un jornal de 60 o 70 euros por las capturas. «A veces hace mal tiempo o no se pesca nada y ese es un día que tienes que buscar otra opción en tierra para poder comer», dice. «Trabajar en el mar es duro y bonito, pero necesitas una recompensa económica».

«Antiguamente, los marineros venían del muelle y pedían plaza», recuerda. «Había sitio dónde trabajar, pero ahora la mayoría prefieren quedarse en tierra». La bajada de los ingresos es una de las razones detrás de este cambio de actitud: «Antes a lo mejor se ganaba en una semana el dinero que hoy no se gana en dos meses».

Gaciño insiste en que el levantamiento de las cuotas les ayudaría a mantener una familia trabajando todo el año, sin necesidad de buscar ocupación en tierra: «Esperemos que esto se regularice y se pueda pescar con normalidad para poder llevar a nuestros hijos de vacaciones de vez en cuando».